Episodio 5. Montañismo 360º: más rápido, más alto, más fuerte
(Autor: Héctor García Rodicio @correrporsenderos)
En España, a eso de correr por el monte lo llamamos “trail
running” o incluso “trail” a secas. Del mismo modo, Sheila Avilés, Azara
García, Sara Alonso, Manu Merillas, Pau Capell o Kilian Jornet son “trail
runners” y Travesera, Transvulcania, Penyagolosa, Desafío Urbión o Costa
Quebrada son “carreras de trail”. El lenguaje sirve para que nos entendamos los
unos con los otros y con la palabra “trail” parece que todos nos entendemos, de
manera que no habría necesidad, en principio, de ponerse puntilloso y darle más
vueltas al asunto. No obstante, siendo estrictos, el "trail running"
no necesariamente implica correr por el monte; quizás te interese saber a qué
se refiere ese término que empleamos tan alegremente… Por otro lado, en la
montaña se están haciendo cosas muuuy diferentes entre sí, aparte de trail
running, y cada cual más fascinante; merece la pena, creo yo, dedicar un rato a
identificar cada una de estas modalidades y también a repasar algunas de las
actividades más destacadas en cada una de ellas y sus protagonistas.
Si he logrado captar tu atención, espero que sí, entonces te
vas a venir conmigo al pequeño viaje 360º por los deportes de montaña que he
trazado. Para ir abriendo boca, te adelanto ya los puntos de interés donde
recalaremos. Primero hablaremos de trail running, de carreras de montaña y de
skyrunning. De ahí pasaremos a los FKT, el speed climbing, el free soloing y el
estilo alpino. Terminaremos tocando por encima algunas modalidades muy locas
como el big wall, el esquí extremo, el salto BASE o el traje de alas. Y, así,
concluido este recorrido por las cosas que se hacen en el monte más allá del
trail running, entenderemos cuál es la tendencia en el montañismo actual: lo
que se hace hoy en montaña es cada vez más rápido, más alto y más fuerte.
Ajusta tus auriculares y pon
velocidad de crucero, que salimos ya mismito.
TRAIL
RUNNING, MOUNTAIN RUNNING, SKYRUNNING
Vaya lío de nombres… Habrá
que ir por partes.
Trail running. "Trail", en inglés,
significa "sendero", de modo que "trail running" significa
literalmente "correr por senderos" (hala, ya sabes de dónde viene el
nombre del podcast). Y un sendero puede discurrir por el monte, sí, pero
también por el bosque, por acantilados o hasta por las dunas del desierto. En
pocas palabras, trail running es correr por todo lo que no sea asfalto, es
correr por entornos naturales de toda clase, incluyendo montaña, pero no
exclusivamente. Buenos ejemplos de trail running serían el Trail Cap de Creus,
el Zumaia Flysch Trail, la carrera por los montes de Viveiro o el Half Marathon
Des Sables de Fuerteventura. Son pruebas de trazados sinuosos por acantilados,
por pistas forestales y por montes bajos, de cotas menores a 1000msnm.
Mountain running. Por su parte, las carreras de montaña son eso:
correr lo más rápido posible en un recorrido, ahora sí, estrictamente de
montaña (salvo lo que tome salir/ llegar al pueblo). El trail running, ya lo
hemos dicho, puede tocar también la montaña, pero suele tratarse de monte bajo
y, por tanto, con un grado de desnivel acumulado, verticalidad y tecnicidad no
muy alto. Y ésos serían, precisamente, los rasgos característicos del correr
por montaña o mountain running: desnivel, verticalidad y tecnicidad. Y es que
nos movemos ya por terreno casi al 100% de montaña, lo que implica que (a)
vamos a tener que salvar bastante desnivel para alcanzar las cumbres, pues son
cumbres entre los 1000 y los 2000msnm, implica también que (b) vamos a afrontar
secciones que pueden ser empinadas, con pendientes que pueden llegar al 20 o
30%, es posible que haya secciones expuestas, porque se atraviesen crestas con
"patio" (i.e., con caída grande a ambos lados) y (c) vamos a afrontar
también secciones técnicas, porque puede haber roca descompuesta, pequeñas
trepadas, destrepes, etc. Las pruebas de Alto Sil, Sanabria por etapas o
Desafío Urbión serían ejemplos, en mi opinión, de mountain running, puesto que
transcurren entre los 1000 y los 2000msnm y salvan un desnivel positivo
acumulado de unos 2000m en recorridos de unos 30kms.
Skyrunning. El skyrunning, por fin, sería la versión extrema de las
carreras de montaña. Habría también desnivel, verticalidad y tecnicidad, pero
ahora en grado supremo. De hecho, para ser considerada de skyrunning, una
carrera ha de alcanzar unas cifras mínimas en esos tres parámetros. En cuanto a
desnivel, lo habitual son ratios de en torno a 2000+ por cada 20k. Una maratón,
por ejemplo, alcanzaría los 4000+ de desnivel acumulado. Aparte, es muy común
que la mitad o más de la carrera transcurra por encima de los 2000msnm. En
cuanto a verticalidad, rampas del 30-40% constituirían buena parte del
recorrido, tanto de subida como de bajada. Y, como se trata de entornos de alta
montaña, esto es, terrenos muy salvajes poco afectados por la actividad humana,
el nivel técnico está asegurado: estamos hablando de tener que usar las manos,
bastones, crampones o incluso elementos de vía ferrata, como cadenas o grapas.
L'Olla de Nuria, Travesera en Picos de Europa, Riaño o la maratón de Canfranc
podrían ser ejemplos de esta modalidad: pruebas que transcurren en buena parte
por encima de los 2000msnm, que salvan desniveles gigantescos y sobre terreno
muy silvestre y técnico.
En resumen, hay
carreras de trail running, por acantilados, bosques y montes bajos y donde se
corre mucho; carreras de montaña, por montañas de entre 1000 y 2000msnm con
algunas cuestas y rampas que nos van a obligar a caminar a veces; y skyrunning,
que son carreras por alta montaña, donde vamos a progresar caminando, trepando
y, a ratos, corriendo.
Perfil de runner. Lo
interesante de esta clasificación es que permite identificar el perfil de
corredor/a que eres y el de los/las atletas a quienes sigues. Es decir, ahora
que sabes que hay trail-, mountain- y sky-running, puedes determinar cuál de
las modalidades se adecúa mejor a tus características y, así, definir el tipo
exacto de "runner" que eres. Me invento un caso: alguien que tiene
buenas marcas en asfalto, pero poca experiencia en montaña y, por ejemplo, le
dan miedo los pasos expuestos o no sabe cómo agarrarse a una maroma. Esa
persona rendirá bien en trail, pero no en skyrunning y, en montaña, pues dependerá
del trazado concreto de la carrera. Caso opuesto: persona más habituada a la montaña
sin background atlético. Esa persona podrá ganar ventaja en terrenos menos
corribles. Yo mismo no tengo unos números de quitar el hipo en llano, pero sí
he practicado un poquito de escalada en roca y ferratas; hace unos días en una
prueba de skyrunning, que sale de un pueblo de montaña y recorre todo un
cresterío por encima de los 2000msnm, pude ganar un buen montón de puestos en
la sección donde había cuerdas instaladas en pasos aéreos y destrepes, pues
había mucho corredor fuerte, pero torpe en esas "labores"... En fin,
si eres bueno corriendo en asfalto, te irán mejor los perfiles más trail; si
vienes del ciclismo, el esquí de travesía o el esquí de montaña y, por tanto,
tienes un buen “motor” (buen VO2max), los perfiles más verticales serán ideales
para ti; y, si vienes de la escalada o de las carreras de obstáculos, claro
está, tendrás ventaja en las secciones más técnicas propias del skyrunning.
Siguiendo con esa
misma lógica, podemos también hacer un mejor perfil de los/las atletas que
seguimos. Como comentábamos en el episodio 4 (escúchalo si no lo hiciste), Sara
Alonso, por su origen en el atletismo de pista y cross country, se beneficia de
trazados más correderos tipo trail, donde no haya que caminar ni mucho menos
tener que emplear las manos. Veremos en breve cómo se apaña en los fiordos de
Noruega, en un terreno tan abrupto y silvestre que va a exigir precisamente lo
que no le gusta a Sara: caminar y usar las manos… Manu Merillas, en cambio, es
un auténtico rebeco, un animal de montaña. Lo suyo sin duda es el skyrunning,
como por ejemplo demostró bajando de las 10h en Travesera, en lo que es su
patio de juegos: Picos de Europa; que, para quien no lo conozca, es un terreno
de alta montaña muy salvaje, donde apenas se llega a trotar en algunos tramos y
sí se bastonea, se trepa y se destrepa de lo lindo. Más ejemplos de la
naturaleza skyrunner del leonés los encontramos en sus recientes récords en
Mont-Blanc y Monte-Rosa, pero en eso entraremos luego. Y por la misma razón,
porque Manu es animal de alta montaña, los perfiles correderos, como
Penyagolosa, no le van (de hecho, ni siquiera hizo top10 allí en la última
edición… ). Como dijo el propio Manu, "los rebecos no corren por las praderas".
Y Kilian Jornet, a quien dedicamos el episodio 2 en exclusiva (ve a escucharlo
sin falta cuando acabes éste), pues le pega a todo y todo lo hace bien, motivo
por el cual es irrepetible y llamarle "trail runner" es una
simplificación imperdonable.
FAST AND LIGHT
En este pequeño periplo por la montaña que estamos haciendo
ya hemos visitado los senderos por acantilados, bosques y monte bajo del trail
running, la media montaña, donde se hacen las carreras de montaña o mountain
running, y la alta montaña, el terreno de juego del skyrunning. O sea, que
hemos viajado desde el nivel del mar hasta picos de más de 2000m, a los que se
accede corriendo, caminando y, en algunos puntos, usando las manos y elementos
de vía ferrata. Vamos a seguir hablando de ascender picos, pero ahora de manera
un tanto distinta… ¿Qué son los FKT, el speed climbing, el free soloing y el
estilo alpino?
Fastest Known Times. Los FKT son, como dice su nombre, los mejores
registros conocidos en una ruta determinada. Y están todos recogidos en el
website fastestknowntime.com/, que gestiona una organización sin ánimo de
lucro. Las rutas susceptibles de FKT son de distinto tipo, tanto travesías (ir
del punto A al punto B) o circuitos como ascensiones a picos o ascensión con
descenso incluido. Estas últimas son las que nos interesan: ascensiones a picos
con o sin descenso incluido. Se trata, en realidad, de una idea muy básica:
identificar un pico destacado en una comarca y proponerse coronarlo en el menor
tiempo posible. Si hay un pico presidiendo tu comarca, que lo ves cada día de
tu vida y desde todas partes, y si te gusta ir al monte, es difícil resistirse
al desafío que la propia cumbre te está lanzando: “súbeme, súbeme, súbeme”. Y,
una vez la has subido unas cuantas veces, la pregunta es inevitable: “¿podría
hacerlo más rápido?”. Como no eres el único “aventao” al que le pasa eso, hace
falta poner un poco de orden, recogiendo evidencias de los distintos tiempos
marcados y, confirmada su veracidad, registrándolos en un único repositorio
como es el website de fastestknowntime.com/. Eso son los FKT.
El ascenso y descenso
a un pico podría ser también el recorrido de una carrera, de modo que cabría
alcanzar un FKT en la participación en dicha carrera. El reciente FKT de Ohiana
Kortázar al Aneto, por ejemplo, supuso batir la anterior marca de Emma Roca,
que había sido fijada en la desaparecida carrera Aneto Extreme.
Speed climbing. El
speed climbing, como te puedes imaginar, se refiere a ascender a una cumbre del
modo más rápido posible. A diferencia de los FKT, el speed climbing combina
distintos medios de locomoción para alcanzar la cima. Va a implicar correr en
alguna sección, pero, sobre todo, escalar, empleando pies y manos y el material
correspondiente: si es escalada en roca, pies de gato y magnesio, si hay
secciones de hielo, harán falta crampones y piolets, si son picos de más de
5000-6000m, prendas para resistir temperaturas bajo cero, arnés y cuerda, en
caso de ir en cordada, y quizás jumar para amarrarse a las cuerdas fijas, en
caso de que haya tramos equipados.
Free soloing.
Hacer free solo es escalar paredes de roca y/o hielo sin material de seguridad.
Esto significa que, si te resbalas, te matas. Punto. El speed climbing,
precisamente por buscar la escalada más rápida posible, suele implicar free
soloing, porque andar colocando friends y cintas exprés y tirando cuerda roba
mucho y preciado tiempo. Pero puede haber segmentos en el speed climbing donde
se use algún tipo de protección. Por tanto, aunque muchas veces coinciden, no
son exactamente lo mismo. Speed climbing: subir lo más rápido posible,
utilizando los medios que hagan falta. Free soloing: subir a pelo.
Estilo alpino. Es
el estilo puro de subir las montañas de las grandes cordilleras: sin guías, sin
porteadores, cargando tú con todo el material que vayas a necesitar (sea ropa
extra, comida, hornillo para derretir nieve, saco de dormir o tienda), sin
cuerda fija pre-instalada y sin oxígeno ni drogas para combatir el mal de
altura. Así lo hicieron los pioneros como Bonatti en los Alpes, gente como
Messner lo trasladó a los Himalayas y así lo hacen los puristas hoy, como David
Goettler en su cumbre al Everest de esta primavera 2022, por ejemplo, o en el
fallido intento que hizo junto con Kilian en 2021.
Actividades ejemplo.
Ahora que conocemos todas estas diferentes modalidades, con límites un tanto
difusos, eso sí, vamos a repasar algunos ejemplos que ilustran cada una de
ellas. En cuanto a FKT, ya decíamos que Manu Merillas se metió dos en la saca
el verano de 2021: Mont-Blanc y Monte-Rosa, en un viaje a los Alpes muy
productivo. De hecho, el plan era haber lanzado un ataque al vigente récord de
Kilian en el Cervino desde Cervinia, pero la presencia de abundante nieve en la
cumbre lo hizo imposible y el mejor registro sigue, pues, en manos del catalán.
El FKT al mismo pico por la vertiente suiza lo tiene Andreas Steindl, un joven
guía de montaña con un buen puñado de récords de ascenso y de travesía por los
picos de la zona. El término FKT sonó mucho a finales del 2020 cuando Pau
Capell, Manu Merillas y Zaid ait Malek coincidieron en Tenerife para llevarse
el récord de ascenso y descenso al Teide desde la playa, hasta entonces poseído
por David Lutzardo, atleta local, con 6h 18’. Pau le metió un bocado de 5’ al
tiempo de David, Zaid rebajó 20’ el tiempo de Pau y Manu… Manu completó la
0-4-0 17’ por debajo de Zaid y 37’ por debajo del récord original. Soberbio.
Por lo que se refiere a speed climbing, sin lugar a dudas,
el tristemente desaparecido Ueli Steck, the Swiss Machine, fue el máximo
exponente. Comenzó con su trilogía de los Alpes, haciendo las grandes y
técnicas caras norte más emblemáticas, Grandes Jorasses, Matterhorn y Eiger, en
cosa de dos horas (cuando lo normal es hacerlo en varias jornadas… ). Más
adelante trasladó ese estilo a las grandes montañas, al Himalaya, donde perdió
la vida preparando la travesía Everest-Lhotse. En mi opinión, lo más destacable
de su carrera, aparte de sus logros, fue su contribución al alpinismo: fue el
primero en llevar el concepto de entrenamiento y de rendimiento al mundo de la
alta montaña técnica, fue pionero en convertir el alpinismo en un deporte. Así,
Ueli entrenaba hasta seis u ocho horas al día, haciendo esquí de montaña a la
mañana, gimnasio o rocódromo a mediodía, carrera por el monte o en bici por la
tarde; que es lo que le permitía después subir por paredes de 1000m de roca y
hielo como una lagartija y con las pulsaciones por debajo de 120… Por supuesto,
a los más románticos de la montaña esto de llevar cronómetro o correr sobre
crampones no les acaba de convencer, pero es que toda innovación genera
recelos. En cuanto a las marcas de Ueli, otro suizo, Dani Arnold, ha batido
casi todas, además de fijar toda una retahíla de récords de ascensión rápida a
paredes técnicas de los Alpes. Impresiona verlo ascender a toda velocidad
paredes de 600m y con dificultades de séptimo grado, equipado nada más que con
una camiseta de tirantes, pantalón, pies de gato y la bolsita de magnesio,
sabiendo que un movimiento en falso o un pequeño desprendimiento supondrían
caída y muerte en el acto.
Algo parecido pasa con Alex Honnold, la "estrella"
del free soloing gracias a la oscarizada película de 2018. Aunque sabes que hay
"final feliz", cuesta ver la secuencia completa de la ascensión a El
Capitán sin apartar la mirada…
Y, por lo que respecta al estilo alpino, esta primavera 2022
Karl Egloff y Nico Miranda nos han dado una demostración contundente de lo que
se puede hacer en estilo ligero en montañas de 8000m. Siguiendo la estela de
Ueli, se han curtido en el speed climbing en Picos de 6000m en Sudamérica,
donde trabajan como guías de montaña, para poder llevar la disciplina al máximo
nivel: subir y bajar el Everest en el día. Ése es su objetivo final, pero, de
momento, se han marcado un Makalu up and down en 25 horas non-stop. Nada mal
como aperitivo. Tuvieron que pasar días haciendo rotaciones para aclimatar,
para testar qué material sería imprescindible y cuál podría ser prescindible y
para calcular ritmo de ascenso, que en esas alturas les sale a unas 5h/ 1000m;
luego, tuvieron que esperar unos días de buen tiempo y a que parte de su equipo
hiciera cumbre para abrir huella en el tramo final. De nuevo, algunos
criticarán que, aunque lo hayan hecho sin oxígeno y sin porteadores, repetir
una vía normal no tiene interés alpinístico; a mi modo de ver, lo que hacen es
explorar los límites del entrenamiento y del rendimiento, ver hasta dónde puede
llegar el “atletismo de gran altitud”, y, por tanto, aunque no suponga explorar
rutas o cimas nuevas, sigue siendo exploración, en este caso, de los límites de
la capacidad humana.
MONTAÑISMO EXTREMO
Siguiendo esta línea de ligereza y de combinar disciplinas,
en la montaña se están haciendo cosas muy locas y cada cual más alucinante. El
big wall es practicar escalada en roca, pero en paredes de 500, 700 o hasta
1000m. La escalada en roca suele implicar vías de 20, 30 o 40m con una reunión
al final y la ascensión puede tomar unos 10’. En el big wall hay múltiples
“largos” entre reunión y reunión y, en total, puede llevar una jornada entera o
incluso varias, teniendo que dormir colgados en la propia pared. Gente como
Iker y Eneko Pou, además, están llevando la alta dificultad (grados de 7c, 8a,
8b) a grandes paredes. La Dawn Wall de Tommy Caldwell y Kevin Jorgenson, de
900m y dificultades de hasta 9a, fue en su momento objeto de felicitación por
el mismísimo Barack Obama.
Gente como Carlos Suárez o Adrian Ballinger añaden a la
escalada la guinda final: bajar en salto BASE o en esquíes, respectivamente.
Carlos Suárez, por ejemplo, ha llegado a escalar la Torre Sin Nombre en el
Karakorum para, desde allí, bajar de la forma más rápida, vía salto BASE.
Adrian Ballinger se convirtió recientemente en la primera persona en descender del
Makalu con esquíes. Respecto al salto BASE, se puede aún rizar más el rizo si,
además de saltar desde la cumbre, lo haces con traje de alas y vas descendiendo
el valle como un misil, y más aún si, mientras lo haces, pasas pegadito a los
distintos accidentes geográficos, en lo que se conoce como modalidad proximity.
Ah, y se puede, también, complementar estas actividades con
aproximaciones eco-friendly. Sébastien Berthe, por ejemplo, completó una
trilogía de escaladas en los Alpes desplazándose en bici entre pie y pie de
vía. Y, hace poco, quiso repetir la Dawn Wall de Caldwell y Jorgenson, para lo
que cruzó el atlántico en barco de vela, en una travesía de dos meses…
CONCLUSIÓN
Puedes correr por el monte, puedes correr por la montaña,
puedes correr hasta lo alto de una alta montaña o escalar a toda velocidad y
sin cuerda una pared para alcanzar la cima; puedes incluso ascender picos de
8000m en una sola tirada non-stop en régimen de autosuficiencia. Y, si quieres
dar el triple salto mortal, puedes aproximarte hasta la ruta en bicicleta y
salir de la cumbre en paracaídas. La montaña no tiene límites; los únicos
límites los impone la propia capacidad humana. ¿Se podrá hacer montaña aún más
rápido, más alto, más fuerte?
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