Episodio 7. Sierre-Zinal: la olimpiada del trail

(Autor. Héctor García Rodicio @correrporsenderos)

El fútbol tiene su Champions, el tenis, Wimbledon, el ciclismo tiene el Tour, si hablamos de rugby, el Seis Naciones, si se trata de triatlón, Ironman Hawái, en cuanto al atletismo en pista, la Diamond League, y en cuanto al de ruta, la maratón de Berlín. El crossfit tiene sus Games, la escalada en roca tiene su noveno grado, el alpinismo tiene su 8000 sin oxígeno… Pero, ¿cuál es la prueba definitiva en trail-running? ¿El gold standard? ¿Cuál es la manera de saber quiénes son los y las mejores trail-runners del mundo? En una palabra, ¿Cuál es la SuperBowl de las carreras de montaña? La respuesta es, sin lugar a dudas, Sierre-Zinal, la olimpiada no oficial pero sí oficiosa del trail-running, como dice Juan Carlos Granado, responsable de esta disciplina en la RFEA.

En el episodio de hoy hablamos sobre esta mítica carrera de los Alpes suizos, cuya 49° edición tiene lugar este fin de semana, según estoy grabando esto. Primero, describiremos brevemente en qué consiste la carrera. Después, veremos tramo por tramo cómo es su recorrido y qué tiempos marcan los y las atletas de “El Salón de la Fama”, es decir, quienes ostentan los mejores registros. Aclarados esos puntos básicos, podremos adentrarnos en la cuestión principal: ¿Por qué Sierre-Zinal es la carrera por montaña más importante del mundo? Para acabar, podremos jugar a hacer pronósticos para este sábado; seguro que me la pego, pero se trata de eso, del "juego" de las apuestas.

Acaba de calentar, empieza a rodar a ritmo fácil y ajusta el volumen de tu smartphone, porque nos vamos hasta el cantón suizo de Valais a conocer la carrera de los fast-and-furious, la prueba estrella de las carreras de montaña.

Antes, una mención al website carrerasdemontana.com de Sergio Mayayo y su podcast Radio Trail, de donde he obtenido parte de la documentación para este episodio.

(Escúchalo en iVoox, SpotifyApple Podcast o YouTube


¿QUÉ ES LA SIERRE-ZINAL?

La Sierre-Zinal es una carrera de montaña. Tiene lugar en el valle de Anniviers, en el corazón de los Alpes suizos, recorriendo el sendero que conecta los preciosos pueblos de montaña Sierre y Zinal, de ahí su nombre. El recorrido atraviesa pueblitos de postal con casitas de madera y tejado a dos aguas, zonas de pastos y senderos de alta montaña con vistas privilegiadas a picos icónicos, como el Matterhorn. De hecho, a la Sierre-Zinal se la conoce también como "La Carrera de los Cinco 4000s". Desde su creación, en 1974, la organiza un humilde club de montaña, que suple su falta de medios con la labor impagable de hasta 500 voluntarios entregados a tope para el bienestar y el disfrute de los participantes. Esto implica dos cosas: que la carrera tiene solera, pues está a puntito de cumplir los (se dice pronto) 50 años en un deporte "supuestamente" joven, y significa también que, a pesar de haber ganado enorme fama internacional, la carrera no ha querido cambiar un ápice su identidad: es una prueba hecha por y para la gente montañera. No en vano, para mantener su carácter popular, la carrera ofrece dos horarios: uno a las 5 am, para que trail-runners aficionados de todos los niveles puedan conocer y disfrutar el recorrido y obtener su diploma de finisher, y otro a las 11 am, para que los y las élite puedan batirse el cobre. Fijaos si es popular, que llega a acoger a hasta 6000 corredores y corredoras y, por supuesto, el recorrido está abarrotado de principio a fin por espectadores entusiastas que animan con sus "allez allez", en la parte francófona, y sus "hopp hopp", en la germana. La carrera tiene tanto arraigo que no paró ni con la pandemia: la prueba para populares se celebró durante todos los fines de semana de agosto, el viernes, el sábado y el domingo, para permitir participar a todos por tandas; en cuanto a los y las élite, se redujo el cupo a un grupo muy selecto, todo ello en aras de limitar aglomeraciones.

 

¿CÓMO ES EL RECORRIDO?

Ya hemos dicho que la carrera discurre por un sendero que conecta dos pueblitos alpinos, Sierre y Zinal. Aún no hemos aclarado sus números. La distancia son 31k y el desnivel, 2200+ y 1100-. Respecto al perfil, tiene tres secciones bien diferenciadas. Primero hay una cuesta brutal: se salvan 1500+ en unos 10k, o sea, que se comienza con una especie de KV con propina. Eso ya va poniendo a cada cual bastante en su sitio. Pero es que justo después viene la sección intermedia de llano, que en realidad nunca lo es, como reconocieran (o, más bien, se lamentaran) corresendas como Jim Walmsley o Ruth Croft. La "mal llamada sección plana" es, en realidad, una subida muy tendida, pero subida en todo caso, con también algunos tramos de sube-y-baja. Toda esta parte intermedia se desarrolla por encima de los 2000msnm y durante unos 15k. Alcanzado el punto más alto del recorrido, a 2400m, comienza la bajada hasta Zinal, que es muy fuerte al principio y “mega fuerte” en el kilómetro final, en el que perfectamente podrías tirarte "rodando" hasta meta, donde esperan fervorosos los miles de populares que ya acabaron la carrera en su turno. Gente como Kilian describe la bajada como "poco técnica", pero sí muy rápida; Ohiana Kortázar, que también conoce bien el recorrido (y el podio) de Sierre-Zinal, la describe como "bajada técnica". No sé exactamente quién de los dos tiene la razón, pues, aunque sí hay raíces y piedras y no vale pisar en cualquier sitio, lo cierto es que ya no estamos en terreno alpino sino de media montaña; pero, claro, la velocidad "absurda" a la que se baja, especialmente en el tramo final, multiplica la necesidad de ser preciso como la maquinaria de un reloj "suizo" (no podría ser más oportuno el símil).

En resumen, el recorrido se caracteriza por cuatro cosas. Primero, tiene los tres planos de rigor en toda carrera de montaña que se precie: subir, llanear y bajar. Segundo, tiene una distancia contenida: no llega a maratón, pero sí exige cierta administración de las energías, pues si lo das todo en la subida, vas a terminar vacío y te quedan aún dos tercios de carrera, que son, además, el largo llano que no es llano, sino que pica para arriba, y una bajada que va a reclamar toda tu fuerza excéntrica, para retener y no despeñarte, y toda tu precisión, para pisar donde debes y conservar la dentadura. Como dice Pablo Vigil, cuatro veces seguidas ganador de la prueba entre los años 1979 y 1982: “si corres muy rápido en la subida inicial, la montaña ganará”. Otra característica de Sierre-Zinal es su considerable desnivel positivo acumulado: aunque 2200+ quizás no suenen muy apabullantes, hay que ponerlos en relación con la distancia. Y, por último, hay que decir que, salvo quizás ese último kilómetro de descenso vertiginoso por el bosque, no es una carrera técnica. En fin, Sierre-Zinal no es larga ni corta, tiene un desnivel positivo que no hay que menospreciar y te va a exigir subir bien, llanear bien y bajar bien.

 

¿QUIÉNES COMPONEN EL SALÓN DE LA FAMA?

Las marcas de referencia en Sierre-Zinal son 3h 10 para chicas y 2h 40 para chicos. Ésa es la mítica frontera, la prueba de fuego que separa a las estrellas de los simples mortales… Desde 1974, sólo algo más de 30 mujeres han logrado bajar de esas 3h 10 y no llega a 100 hombres los que han conseguido rebajar la marca de 2h 40. Teniendo en cuenta que la carrera lleva casi 50 ediciones y que cada año compiten miles de atletas, el puñado de quienes han rebajado esas marcas de referencia puede considerarse excepcional, de ahí que se les conceda el honor de entrar en “El Salón de la Fama”.

Para ponerlo más en perspectiva, podemos calcular los ritmos promedios que son necesarios para batir las marcas de referencia. A ritmo promedio de 6’/k harías 3h 05, lo que supondría ya rebajar la marca de referencia femenina. A ritmo promedio de 4’50/k harías 2h 30, que supondría alcanzar el criterio masculino. Dicho así parece fácil, pero hay que pensar que, según los informes anuales de Strava, la salida “prototipo” del corredor popular promedio (sea hombre o mujer) es en llano por la ciudad, de 5-7k y, redoble de tabor, a ritmo de 6’/k. En general, hacer promedios sub 6’/k en montaña está muy bien; hacer promedios de 5’ ó 5’30 está re-bien; hacer promedios por debajo de 5’, pues ya es de récord histórico. De hecho, las 2h 29’ de Kilian en 2019, batiendo entonces un récord intacto desde 2003, las logró a 4’50/k. Y las 2h 49’ siderales de la alienígena Maude Mathys en 2019, rompiendo así un récord imbatido desde 2008, requirieron que la suiza corriese a ritmo de 5’30/k.

Aparte de lograr buenas marcas, también cabe hacer referencia a los y las atletas más laureados, es decir, quienes más podios acumulan. En chicas, la checa Anna Pichrtova es la única que ha conseguido acumular hasta cuatro oros en su haber; con tres, ya hay algunas más, como la keniana Lucy Murigi o la mencionada Maude Mathys. En chicos, no hay sorpresa: Kilian es quien suma más victorias, con nueve, y el palmarés más parecido es el del mexicano Ricardo Mejía, con cinco. Merece la pena destacar que a sus 59 años Ricardo todavía sigue corriendo carreras, incluida la Sierre-Zinal, que en 2019 completó en poco más de 3h. Le dicen “Ricardo, ¿cuándo dejarás de correr?”. Y él contesta: “mientras tenga fuerzas, seguiré corriendo”. De mayor quiero ser como Ricardo.

 

¿POR QUÉ SIERRE-ZINAL ES LA OLIMPIADA DEL TRAIL-RUNNING?

Y ahora llega la cuestión clave, ¿por qué se puede afirmar que Sierre-Zinal es la carrera con más nivel del mundo y, por tanto, sirve como prueba de toque para distinguir a los y las mejores, a la crème de la crème? En mi opinión, por las dos razones que desarrollaré enseguida: ficha técnica de la carrera y “efecto llamada”.

Ficha técnica. Hace un momento analizamos los números de Sierre-Zinal: 31k, 2200+, subida, llaneo, bajada, por terreno no técnico. Esta ficha tan particular, una distancia que no es corta ni larga, un desnivel respetable, secciones de los tres tipos de plano, subida, llaneo y descenso, y por un terreno predominantemente fácil, la convierte en una prueba de montaña, sí, pero no demasiado especializada. No encadena múltiples subidas y bajadas, no se alcanzan altitudes donde la presión de oxígeno sea relevante, no hay pasos de trepada o vía ferrata, no hay bajadas súper técnicas, no es una ultra-distancia, ni siquiera llega al maratón. Es decir, es apta para gente con muy distinto background. Prueba de ello es que, desde siempre, Sierre-Zinal atrae y sigue atrayendo a deportistas venidos del atletismo en pista, ya sean los 5000m o los 3000 obstáculos, gente del campo a través o atletas de asfalto; atrae también a gente del esquí, que son tanto del cross-country como del skimo. El mismo Jonathan Wyatt, dos veces ganador y poseedor del récord masculino hasta 2019, representó a Nueva Zelanda varias veces en juegos olímpicos, compitiendo en los 5000m y en el maratón. En fin, la ficha técnica poco especializada de Sierre-Zinal la convierte en el terreno idóneo para que gente procedente de múltiples disciplinas atléticas ponga a prueba sus capacidades para la montaña.

Más en concreto, a mi modo de ver, aquí hacen falta tres cualidades. Primero, capacidad de subida, que depende de tu potencia aeróbica y de la capacidad de tus piernas para ejercer fuerza de forma sostenida. En esto, la gente del skimo tiene puntos a favor. Segundo, hace falta velocidad en el llano, lo cual ya no es sólo cosa de motor, sino que requiere también economía de carrera, una buena técnica para contactar lo mínimo con el suelo y para ampliar la zancada al máximo y hacer un movimiento fluido sin apenas gastar. En esto, la gente del maratón de asfalto juega con ventaja. Tercero, hay que saber bajar; y esto sólo se aprende bajando, algo que, al menos de forma regular, la gente de la pista, el asfalto y el cross no hace; tampoco los del esquí porque, aunque sí descienden, lo hacen deslizándose y no necesitando la fuerza excéntrica de cuádriceps que sí será imprescindible en la bajada por el bosque hasta Zinal.

Efecto llamada. Que mucha gente destacada en las más variopintas disciplinas atléticas se anime a probarse en Sierre-Zinal provoca que más gente de las más variopintas disciplinas atléticas quiera venir a Sierre-Zinal. Es un círculo virtuoso: como muchos deportistas acuden a Sierre-Zinal, la fama va creciendo y muchos otros quieren acudir después y luego otros tantos más… Es un crecimiento orgánico, de abajo a arriba. La presencia de tantos deportistas produce también otro efecto secundario: que, cada vez, la competencia sea mayor y el nivel más alto. Se trata de una cuestión estadística: cuanta más gente, más probable es que haya gente buena. La cosa es que este crecimiento sostenido desde 1974 ha ido destilando el plantel de runners que se está congregando en las últimas ediciones, que, como decíamos, constituye la crème de la crème del correr por montaña. Si quieres pegarte con la élite, ya sabes dónde hay que estar. La prueba es que Sierre-Zinal es, no sólo la que mayor diversidad de backgrounds atléticos reúne, sino además la que, posiblemente, mayor internacionalidad consigue: atletas de toda Europa, Norteamérica y Latinoamérica, del Magreb y del cuerno de África, de Asia y Oceanía.

Para rematar, la organización concede premios en función del ranking, sí, pero también del tiempo; y son premios, además, muuuy cuantiosos (al nivel de los precios en Suiza, claro está). O sea, con independencia del puesto que consigas, desde la organización te están incentivando a exprimirte a tope para lograr bolsas económicas que pueden quintuplicar su valor en tu país de origen, que sí o sí tiene salarios medios muy inferiores a los de Suiza.

Otro factor que, si bien no es decisivo, puede dar un pequeñito plus es el público. Como he dicho, todo el recorrido está plagado de gente, que además está totalmente metida en el papel, gritando “allez allez” o “hopp hopp” o agitando los típicos cencerros de las comarcas dedicadas a la ganadería vacuna o hasta con trompetas. Y en la línea de meta esperan todas las personas que completaron el recorrido en formato popular; para esta gente ha de ser impresionante ver cómo la élite se ventila esos 31k en tres veces menos tiempo…

 

¿QUÉ PASARÁ ESTE SÁBADO?

Sabiendo ya cuáles son las marcas de referencia, 3h 10 para chicas y 2h 40 para chicos, podemos en este apartado jugar a adivinar los tiempos y puestos que harán los y las atletas inscritos. Este “juego de apuestas” podría ser interminable, así que no me voy a venir arriba y pronosticar la clasificación entera, pero sí puedo poner el foco sobre algunas actuaciones que, para mí, serán interesantes. En el apartado femenino, habría sido bueno ver otra vez a Nienke, Maude y Sara en un terreno algo diferente a Zegama. Sin embargo, Nienke no figura como inscrita, imagino que porque anda centradísima preparando su próxima maratón de asfalto. Respecto a Sara, se ha propuesta bajar de las 3h y yo apuesto a que lo va a lograr, vistos sus promedios en perfiles más montañeros o vista también su capacidad para el uphill en el asalto al Col de Pal. Tengo mucha curiosidad de ver cómo lo hacen algunas corredoras “revelación” como Sophia Laukli o Caitlin Fielder o, por supuesto, las africanas de los equipos dirigidos por entrenadores europeos, como el Skyrunners Kenya de Octavio Pérez.

En el apartado masculino, la apuesta segura como ganador es Kilian Jornet, por una cuestión puramente estadística: ¡tiene nueve victorias! Las cuestiones pendientes son (1) si es posible, tal como se ha propuesto, encadenar una carrera corta (Zegama-Aizkorri), una larga (la Hard Rock), una corta (Sierre-Zinal) y una larga (UTMB) y hacerlo bien en todas y (2) si, además de hacerlo bien, pretende marcar nuevo récord en las cuatro. Eso ya sería un acontecimiento histórico en este universo y en todos los universos paralelos que existen. Me encantaría soñar con que es posible, pero me parece un póker de ases difícil… Ahora bien, hay que decir que, de momento, lleva sendos récords en Zegama y Hard Rock. Algo muy interesante va a ser el combate a muerte Jon Albon contra Kilian Jornet; pase lo que pase con tiempos y puestos, esa lucha va a ser épica. Por otro lado, y aunque esto no cope los titulares, me apetece mucho ver cómo lo hacen Dani Osanz, Andreu Blanes, Robert Pkemboi y Borja Fernández. A este último, le pronostico 2h 45’ y a los otros tres, 2h 35’. Aquí sí me he tirado a la piscina; dadme una colleja si meto mucho la gamba… Es una incógnita para mí cómo lo hará un inscrito de última hora: Manu Merillas, a quien perfiles tan poco montañeros no le favorecen.

 

CONCLUSIÓN

No es por sus 49 años de historia, no es por ese público entusiasta presente por todo el recorrido de principio a fin, no es porque se vean cinco 4000s, no es por una organización impecable ni por un sendero perfectamente cuidado, no. Es porque en Sierre-Zinal se concentran los y las mejores atletas procedentes de múltiples disciplinas con el único objetivo de retarse en un terreno de montaña, no técnico, pero donde hace falta saber subir bien, saber llanear bien y saber bajar bien. La gente del skimo despuntará en la subida, la gente de la pista, el asfalto y el cross brillará en la sección intermedia y en la bajada es donde la experiencia en carreras de montaña será crucial. La persona que reúna ese cóctel mágico de fuerza en subida, velocidad en el llano y habilidad en la bajada será quien se lleve el gato al agua y consiga el oro en la olimpiada del trail-running, la carrera de montaña por excelencia, el gold estándar de nuestro deporte: Sierre-Zinal, the fast and the furious.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Episodio 77. Zonas de entrenamiento. ¿Cómo fijarlas, cómo utilizarlas y cómo monitorizarlas?

Episodio 81. Trabajo de series. ¿Qué es, por qué hacerlo y cómo hacerlo?

Episodio 73. Trabajo de fuerza para dummies. ¿Qué ejercicios, pesos, volumen, frecuencia usar?