Episodio 13. ¿Trail o asfalto? Siete ventajas de practicar trail-running

(Autor: Héctor García Rodicio @correrporsenderos

Somos corresendas. Nos gusta la naturaleza, nos gusta el monte, nos gusta la alta montaña. No hace falta convencernos para que vayamos a espacios abiertos y para que nos perdamos durante horas trotando arriba y abajo, alternando cumbres y valles, notando la brisa en la cara, respirando aire puro y regalándoles a nuestros ojos paisajes de fábula. La montaña nos tiene ganados. Pero, como nuestra mente humana (forjada en una sabana extremadamente pobre en recursos) tiende a fijarse en lo negativo, en lo que falta, más que en lo positivo, en lo que ya tenemos, vamos a hacer hoy un repaso de la cantidad de cosas buenas que nos aporta correr por senderos, en comparación con el duro asfalto de la ciudad. Veamos las siete ventajas del trail respecto al running urbano para recordar por qué a los y las "cabras" nos tira tanto el monte.

Sin más dilación, vamos al turrón.

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VENTAJA #1. SUELO AMABLE

Si en la ciudad pisamos asfalto, en la naturaleza corremos por senderos: hierba, tierra, barro, roca compacta, roca descompuesta. Ni que decir tiene que, dada esa menor consistencia y mayor variedad del piso natural, correr por senderos es muuucho menos lesivo que hacerlo sobre asfalto. Es verdad que el piso natural, esa hierba, tierra y roca, nos resta velocidad, pero ¿de qué sirve volar un día en asfalto, si tendrás que descansar otros 10 para recuperarte del impacto? Es más, la gente del maratón de asfalto hace uno al año o dos a lo sumo, lo que da una idea de lo destructivo que puede ser golpear nuestro cuerpo contra el pavimento durante más de dos horas…

VENTAJA #2. PLANO VARIABLE

La ciudad, salvo contadas excepciones, es mayoritariamente plana. Y lo dice uno que vive en Santander, que cuenta con barrios como Calle Alta, Alto de Miranda, Cueto o Nueva Montaña. Pero, aun así, sacar 100m de desnivel positivo por cada 5 kms en un circuito urbano ya es todo un triunfo. En el monte el cambio de plano está asegurado, es su razón de ser: subir, llanear, bajar, y hacerlo por pendientes suaves, pendientes pronunciadas, caminos de cabras y hasta paredes verticales donde sólo cabe trepar. Cambiar constantemente de inclinación tiene dos beneficios. Primero, al obligarnos a hacer diferentes gestos, también resulta menos lesivo que el monótono asfalto. Aparte, es mucho más divertido. Y, si, pongamos por caso, no te gustan las subidas largas, siempre te puedes animar pensando en la estupenda bajada que disfrutarás al otro lado.

VENTAJA #3. PAISAJES HERMOSOS

Hay ciudades bonitas, especialmente las que conservan su casco antiguo intacto o las que tienen mar. Pero, como amantes de la naturaleza que somos, creo que todos convendremos en que cualquier obra de la naturaleza es siempre más bonita que la mejor construcción humana. Yo me puedo emocionar viendo la Sagrada familia en Barcelona o la catedral de Burgos, pero es, precisamente, porque imitan la majestuosidad de las montañas. Pienso también que, si las ciudades con mar tienen un encanto especial, es, precisamente, porque nos conectan con uno de los cuatro grandes elementos de la naturaleza: el agua. Los paisajes naturales nos conmueven porque son, a la postre, el hogar donde nos criamos: el espacio donde pasamos el 99% de nuestra historia como sapiens, donde aprendimos a sobrevivir y nos sentimos seguros. En la montaña, además, es un gusto observar cómo el paisaje cambia a medida que ascendemos las laderas desde lo profundo del valle, cuando cambiamos de orientación norte/sur o cuando alcanzamos la cima y el mundo queda bajo nuestros pies. Si vives lejos del ecuador, las estaciones del año también imprimen cambios muy notables en la gama de colores del monte: el verde de la primavera, el marrón del verano, el blanco nieve del invierno.

VENTAJA #4. ENTORNO NATURAL

Los espacios naturales no sólo son más hermosos, lo cual es un deleite para la vista, son también más saludables para todo nuestro organismo que los entornos urbanos. Para empezar, en la naturaleza nos alejamos de los humos y partículas nocivas que flotan en el aire urbano. Estudios recientes ya muestran que los bebés gestados por mamás que vivían en entornos más contaminados luego tuvieron más probabilidad de desarrollar trastornos o que los y las peques que van a colegios próximos a carreteras con tráfico denso obtienen peor rendimiento académico. Pero es que, además, los paseos por el bosque refuerzan tu sistema inmunitario, a través de unos compuestos volátiles que desprenden los árboles y las plantas llamados fitoncidas y que absorbemos al respirar.

VENTAJA #5. LA ESTRATEGIA ES LA CLAVE

Si se trata de una carrera por montaña y estamos buscando rendimiento, hay una diferencia crucial con respecto a las pruebas de asfalto. En el asfalto manda el crono. Si en una maratón quieres estar delante, tienes que hacer 2h 10 - 2h 20. Punto. Caben tres estrategias, si las podemos denominar así: reservar un poco la primera mitad y apretar en la segunda, salir fuerte hasta que tengas que bajar el pistón o ir a piñón fijo. En todo caso, la modulación del ritmo es pequeña: apretar o aflojar suponen diferencias de 5-10 segundos/km. En montaña no hay dos carreras iguales ni aun repitiendo el mismo recorrido. El clima afecta mucho al terreno y el comportamiento del resto de runners afecta mucho a nuestro comportamiento. Y, aparte, cada perfil se ajusta más o menos a nuestras capacidades. Para estar delante en una maratón de montaña, tienes que jugar con todo eso y es perfectamente posible ganar un mismo recorrido con 3h 30 en una edición y 4h 15 en la siguiente. No verás esas diferencias de un año para otro en los tiempos de podio en maratones de carretera como Berlín o Londres.

VENTAJA #6. LA EXPERIENCIA ES UN GRADO

Siguiendo con el lado competitivo de correr, hay otro punto a favor del monte versus el asfalto. En el monte, sabe más el diablo por viejo que por diablo. Con la edad perdemos potencia y velocidad punta y capacidad de recuperación tras una carrera, pero ganamos (1) templanza, la capacidad para mantener tu plan de carrera haga lo que haga el resto, (2) fuerza de voluntad, la capacidad para soportar el dolor, y (3) fondo, habremos acumulado mayor volumen a lo largo de los años, que nos permitirá meternos kilometradas gigantes a intensidad moderada tan fácilmente como respirar. En el asfalto, si ya no puedes sostener ritmos cercanos a los 3'/km, estás automáticamente jubilado; de poco sirve esa mayor templanza de la madurez. Mirad lo que pasó recientemente con Mo Farah, siendo adelantado por un jovencito desconocido, miembro de un club popular no profesional.

VENTAJA #7. COMUNIDAD BIEN AVENIDA

Para cerrar con la parte competitiva del running, vamos a abordar la cuestión del ambiente entre la élite. He escuchado a muchos y muchas élites resaltar este punto: la buena onda, el compañerismo, el fair play que hay en la montaña. Lo enfatiza especialmente la gente que viene de la pista o el asfalto y que conoce esa otra realidad y puede hacer el contraste. Aparte, todo el mundo hemos visto miles de gestos que hablan sobre este buen rollo; cosas como entradas a meta compartidas, abrazos tras cruzar meta, ayuda en carrera o felicitaciones y reconocimientos públicos. Ahora no recuerdo quién exactamente contaba esta anécdota, pero sí me acuerdo del suceso: en una carrera con una meteo que se torció y se puso muy negra, si esta persona no se para a abrochar la chaqueta de Miguel Heras, paralizado de frío, éste habría tenido grandes dificultades para seguir en movimiento y no sé con qué resultado…

VENTAJA EXTRA. SENSACIÓN DE LIBERTAD

Una de las cosas más bonitas del monte, en mi opinión, es que es como un enorme patio de juegos donde puedes moverte por donde y como te apetezca. Puedes imaginar trazados que tengan un significado o te parezcan estéticos, como dar la vuelta completa a un macizo, que es justamente lo que hace la UTMB con el Montblanc, un circuito que conecte las cimas más destacadas de un valle, como la maratón Canfranc-Canfranc, o la vía más directa para ascender a un pico, como la Dolomites Vertical Kilometer. La montaña es un lienzo en blanco: “the sky is the limit”. Es cierto que en la ciudad también puedes elegir el itinerario, pero está mucho más restringido por la cantidad de “obstáculos” que puedes encontrar, como tráfico rodado, calles concurridas de paseantes, edificios o vallas. Y también es más difícil crear una ruta urbana con significado, como coronar una cima icónica o atravesar toda la cresta de una sierra de cabo a rabo, que sí hacemos en los entornos de montaña.

CONCLUSIÓN

No hacía falta enumerar las bondades del monte para despertar nuestra pasión hacia él: ya nos tenía enganchados. Pero, como solemos enfocarnos siempre en lo que nos falta y no en lo que tenemos, creí pertinente dedicar un episodio a recordar por qué nos gusta tanto el terreno de juego donde practicamos nuestro deporte. La naturaleza es un patio de juegos de lo más entretenido, es también un regalo para los sentidos y hasta para la salud de nuestro organismo, pues el suelo amable y el perfil variable preservan nuestras articulaciones y las generosas plantas nos obsequian con compuestos químicos capaces de reforzar nuestro sistema inmunitario. Por si fuera poco, la comunidad trail-runner goza de un ambiente distendido y de compañerismo, porque a todos nos une el mismo amor por los espacios abiertos. Correr por senderos es un regalo. Agradezcámoslo y aprovechémoslo. Ve a pisar sendas en cuanto tengas ocasión.

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Nos encontramos aquí en siete días si no antes por el monte. Entretanto, a pisar sendas!

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