Episodio 40: Dopaje en los deportes de resistencia. ¿Es tan efectivo, tan tramposo, tan peligroso?
(Autor: Héctor García Rodicio https://www.instagram.com/correrporsenderos/)
Deporte, dinero, drogas: dopaje. En todo deporte donde haya
dinero en juego o visibilidad o prestigio que, eventualmente, acaben proporcionando
dinero, hay dopaje. Anabolizantes, glucocorticoides, EPO, anfetamina,
opiáceos... Desde la mítica “bomba” que usaron los ciclistas allá por los años
1940, una mezcla de cafeína, cola y anfetamina, hasta las sofisticadas
transfusiones de sangre enriquecida de la operación Puerto de 2006. Sustancias
prohibidas. Sustancias que, supuestamente, sirven para rendir más, pero, claro,
a costa de hacer trampas y de jugarte la salud. Rendimiento, trampas, salud son
los tres puntos clave del dopaje, que damos por sentado. Pero, ¿de verdad estas
drogas mejoran el rendimiento? ¿Hasta qué punto son más tramposas que otros
compuestos y métodos legales? ¿Son un peligro real para la salud? En el
episodio de hoy vamos a revisar, en primer lugar, estos tres supuestos.
Hablaremos de las drogas más utilizadas en resistencia, para qué sirven y si
realmente funcionan. Debatiremos sobre si son más injustas o no que el acceso a
nutrición de precisión, asistencia en carrera o estancias en altura, entre
otros métodos permitidos, que también pueden dar ventaja competitiva.
Hablaremos también sobre los efectos a largo plazo del uso de estas sustancias
prohibidas. Resueltas las cuestiones principales, abordaremos dos más.
¿Deberían legalizarse estas drogas? Y, si las mantenemos prohibidas, ¿cómo
debería perseguirse su uso?
Así pues, tenemos nada menos
que cinco cuestiones sobre el tapete. Y anuncio que, respondiéndolas, vamos a
conocer un buen puñado de hechos curiosos, como ciclistas que, gracias a un
potente analgésico, pedalean al límite de sus fuerzas sin sentir dolor hasta,
literalmente, no poder bajarse de la bicicleta, hombres que desarrollan pechos
de mujer, mujeres que desarrollan voz de hombre, jueces que vigilan cómo haces
pis o por qué, misteriosamente, en deportes donde la precisión juega un papel
importante, interesa contar con informe médico que acredite que sufres
trastorno por déficit de atención... ¿He creado suficiente hype? Ojalá que sí
(y sin tener que pronunciarme sobre los eternos debates de si el clembuterol de
Contador salió o no de aquel filete, ni de si el oro de Cacho en Barcelona 92
se debió o no a la intervención divina de Eufemiano Fuentes… ). Sin más
dilación, vamos al turrón.
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¿QUÉ DROGAS SE USAN EN DEPORTE DE RESISTENCIA Y PARA QUÉ
SIRVEN?
Las drogas o sustancias dopantes que se usan en el deporte
se llaman, en inglés, P-E-Ds; siglas de “Performance-Enhancing Drugs”. Esto ya
nos da una idea de la eficacia de estas drogas. Me explico. “Performance”
significa “rendimiento”. “Enhance” significa “potenciar”. PEDs, por tanto, se
traduce como “drogas potenciadoras del rendimiento”. Así que, sí: las PEDs
funcionan. Es una realidad. Sabiendo que funcionan, vamos a ver cuáles hay y
qué función específica cumple cada una.
Esteroides anabólicos. Las hormonas anabólicas, como sabemos
por episodios anteriores, son las encargadas de activar el anabolismo, es
decir, la creación y regeneración de tejido. La hormona anabólica estrella es
la testosterona, pero también están otras como la insulina, la hormona del crecimiento
o la IGF-1. Y el tejido estrella que se quiere crear y regenerar es el músculo.
Los esteroides anabólicos son versiones sintéticas de estas hormonas y sirven
para aumentar la masa muscular y para reparar el músculo tras un entreno duro.
En running, más masa muscular equivale a más fuerza, que a su vez equivale a
mayor economía de carrera: esto es, hacer lo mismo con menos esfuerzo y, por
consiguiente, resistir más. Y, si las micro-roturas en el músculo que se
producen tras un entreno duro se recuperan más rápido, puedes encadenar más
entrenos de calidad y ganar una gran condición física en poco tiempo. Los
efectos del uso de anabolizantes, por tanto, son relativamente permanentes: con
un régimen mínimo de entrenamiento y nutrición, las ganancias musculares, que
los anabolizantes han potenciado, se mantendrán. Y la base aeróbica que habrás
ganado, gracias a haber podido recuperarte en tiempo récord y, así, encadenar
múltiples sesiones duras consecutivas, también se mantendrá, si sigues dando un
mínimo estímulo al cuerpo. En fin, los anabolizantes te dan más fuerza, lo que
se traduce en mayor economía de carrera, y mejores recuperaciones, lo que se
traduce en más entrenamiento y, por ende, más capacidad aeróbica, y ambos
beneficios son relativamente estables en el tiempo. Por cierto, Mark Kangogo,
ganador de la Sierre-Zinal 2022, aunque luego desposeído del título, usó
nandrolona; es decir, un anabolizante. Y el famoso clembuterol en la orina de
Contador también es un anabolizante para aumentar la masa muscular (lo que no
está tan claro es si salió o no de aquel filete de aquellas vacas engordadas
artificialmente por aquel carnicero guipuzcoano… ).
Corticoesteroides. Si los anabolizantes imitan la hormona
anabólica estrella, la testosterona, ahora nos vamos al lado opuesto:
catabolismo y cortisol. También por episodios pasados, sabemos que el cortisol
es la hormona de la respuesta de estrés, que nos prepara para luchar o huir. Ya
sabes, mayor ritmo cardíaco, mayor presión arterial, mayor temperatura corporal,
presencia de ácidos grasos y glucosa en sangre y, en fin, todo el organismo
dispuesto al servicio de la actividad motora y, a la vez, todos los sistemas no
implicados en el movimiento desconectados. Esta segunda función es la clave de
los corticoesteroides. Si tu cuerpo está 100% volcado en correr, otras tareas,
como la inmunitaria, se desactivan. Y, si no hay un sistema inmunitario
trabajando, no hay inflamación. Y, si no hay inflamación, no hay hinchazón ni
dolor. Y, si no hay hinchazón ni dolor, puedes seguir corriendo, a pesar de
llevar las piernas machacadas. Esto puede servir durante la fase de
entrenamiento, porque podrías encadenar días con sesiones duras de
entrenamiento o entrenar sin haber recuperado una lesión. Pero, sobre todo,
sirve en carrera, porque puedes prolongar el esfuerzo: puedes seguir a tope
cuando tus piernas echan humo y deberían estar pidiendo clemencia. Así pues, a
diferencia de los anabolizantes que tienen un efecto más estructural y, por
tanto, más estable (como dijimos, con mínimo estímulo, la masa muscular ganada
se mantiene), los corticoesteroides tienen un efecto transitorio. Por eso tiene
sentido tomarlos ocasionalmente, bien para poder afrontar un entreno duro sin
haber tenido tiempo de recuperarte de uno anterior o bien para poder hacer una
carrera apretándote al máximo. A Mark Kangogo se le detectó nandrolona en la
orina tras Sierre-Zinal, como ya apunté, pero también triamcinolona acetonida,
es decir, un corticoesteroide. Vamos, que el amigo Mark llevaba encima un cóctel
con lo mejor de los dos mundos: la masa muscular de los anabolizantes y el
efecto antiinflamatorio de los corticoesteroides.
Eritropoyetina. La eritropoyetina, más conocida como EPO, es
una hormona que segrega el riñón. Esta hormona, como la testosterona, también
es de las que estimulan la formación de tejido, en este caso, la creación de
glóbulos rojos. Producimos naturalmente EPO ante condiciones de hipoxia. Por
ejemplo, cuando hacemos una estancia en altura, donde la presión de oxígeno es
menor y, en consecuencia, nos cuesta más captar oxígeno, el riñón responde
produciendo EPO. La EPO activa la eritropoyesis, que es el proceso de creación
de glóbulos rojos por parte de la médula ósea. Más glóbulos rojos igual a más
hematocrito igual a más hemoglobina igual a mayor transporte de oxígeno a los
músculos. Los músculos trabajan mejor y rindes más. Pues bien, doparse con EPO
tendría estos efectos sin necesidad de hacer estancia en altura, que es un
método caro y que hay que saber manejar. El defenestrado Lance Armstrong tomó
de todo, incluyendo testosterona, corticoesteroides y, por supuesto, también
EPO. La EPO también tendría un efecto transitorio, lo que obliga a pinchártela
regularmente.
Estimulantes. Como su nombre indica, los estimulantes
“estimulan” la actividad del sistema nervioso simpático. Más concretamente,
incrementan el estado de alerta y de foco e inhiben las señales de fatiga que
el cuerpo envía al cerebro, como hipertermia o acidez, permitiéndote desplegar
un mayor esfuerzo y forzar la máquina un poco más. En deportes con componente
técnico, como el tenis o las bajadas en trail, los estimulantes te permiten
acometerlo con mayor precisión. Vaya, que con estimulantes vas “enchufado”. La
familia de las anfetaminas son el principal fármaco estimulante. Esto incluye
la anfetamina, la metanfetamina, el MDMA o el metilfenidato. Las personas con
TDAH, esto es, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, toman
anfetaminas bajo el nombre comercial de Adderall, Ritalín, Focalín, Concerta o
Medikinet. Puede parecer un contrasentido dar estimulantes a personas ya de por
sí hiperactivas, pero es que estimulan específicamente la corteza prefrontal,
lo que aumenta la capacidad de foco y de razonamiento. Sospechosamente, muchos
y muchas deportistas tienen diagnóstico de TDAH, en una proporción superior a
la que existe entre la población normal, y es que dicha condición les concede
Exención por Uso Terapéutico, es decir, que pueden ir puestos hasta arriba de
anfetaminas durante la competición, porque es para tratar su trastorno. (Y
resulta, cuando menos, gracioso, que, según me consta, muchos abogados van
hasta las orejas de Ritalín cuando deben preparar la defensa de sus acusados de
dopaje… Yeeehah, ¡anfetaminas para todos!). Siendo justos, hay otra explicación
para la mayor prevalencia del TDAH en la población deportista y es que, siendo
peques, sus mamás y papás decidan apuntarlos a deporte para canalizar su
hiperactividad.
Opioides. Los opioides son depresores del sistema nervioso.
En deporte de resistencia esto sirve para reducir el dolor. Una vez más, sin
dolor, puedes exprimirte más en carrera. O, si tuvieras molestias o incluso
lesión, podrías entrenar o competir a pesar de ello. Entrenar más o competir
más fuerte, lógicamente, tiene un beneficio en el rendimiento. En un estudio
con ciclistas se les pidió que hicieran una contrarreloj de 5k. Primero lo
hicieron a pelo. En una segunda ronda lo hicieron bajo los efectos del
fentanilo, un potente analgésico. Se vio que la potencia desplegada en la
segunda ronda fue descomunal, tanto que, al acabar, ni siquiera pudieron
bajarse de la bici ni caminar. Es decir, puesto que no sentían dolor, rebasaron
el límite de seguridad fisiológico, llegando a reventarse.
Resumiendo, las PEDs funcionan, de ahí que se las llame
“drogas potenciadoras del rendimiento”. En deportes de resistencia tiene
sentido tomar las que hemos repasado. Están los anabolizantes, que nos darían
una ventaja estructural: más masa muscular y fuerza, que a su vez otorga mayor
economía de carrera. Están también los corticoesteroides y los opioides que
actuarían, respectivamente, como antiinflamatorios y analgésicos, lo que
permitiría afrontar un entreno sin haber recuperado del todo de uno anterior o
acometer una competición dando tu máximo. La EPO te daría mayor transporte de
oxígeno a los músculos y, por ende, mayor capacidad de trabajo. Y los
estimulantes, como anfetamina o metilfenidato, te darían más activación y más
foco, lo que te permite realizar la parte técnica de tu deporte con mayor precisión.
¿SON LAS PEDs MÁS TRAMPOSAS QUE OTROS MÉTODOS LEGALES?
Las drogas potenciadoras del rendimiento, como ya indica su
nombre, mejoran el rendimiento de quien las toma, lo que les da una ventaja
competitiva. Es decir, que haya gente que las tome es injusto para el resto de
atletas que van limpios y, por tanto, dependen en exclusiva de su fisiología
natural. Dependen de cuánto han logrado desarrollar esa fisiología (esa masa
muscular, ese volumen de oxígeno máximo, esa capacidad aeróbica, etc.), a
través del entrenamiento, y de cuánto son capaces de exprimirla en competición,
a través de una capacidad de sufrimiento y de foco lograda también por medios
naturales. Entonces, sobre el papel, sí: que unos vayan puestos de
anabolizantes y antiinflamatorios y puedan encadenar entrenos de calidad y que,
además, les cundan más, y/o que vayan puestos de EPO, antiinflamatorios y/o
estimulantes en carrera y puedan apretarse más, es injusto para quienes no
cuentan con esas ayudas. Pero (y aquí está “the mother of the lamb”, la madre
del cordero), (1) ¿quién pone la línea entre sustancias legales e ilegales? Y
(2), ¿en qué se diferencia una droga ilegal de un método legal, caro y
sofisticado, que produce el mismo efecto que dicha droga ilegal? Vamos por
partes.
En cuanto a sustancias legales con efectos sobre el
rendimiento, no hay que rebuscar mucho: analgésicos y cafeína. Hay estudios,
incluyendo algunos realizados por la WADA (la “world anti-doping agency”), que
encuentran prevalencias de hasta el 60% en el uso de tramadol o codeína, dos
analgésicos fuertes, en la población deportista de resistencia. Y hay, al
menos, un estudio, que mostró mayor producción de potencia en un test de 20’
sobre un biciergómetro, cuando tomas analgésico que cuando tomas placebo. Ya lo
explicamos al hablar de opioides: menor percepción de dolor conduce a
exprimirte más en carrera, que conduce a mejor rendimiento. De hecho, la
codeína y el tramadol son opioides. O sea, que puedes tomar paracetamol,
ibuprofeno, codeína o tramadol, pero no morfina o fentanilo. Es cierto que el
fentanilo es más fuerte que la morfina y, ésta, lo es más que la codeína y el
tramadol y, éstos, a su vez, lo son más que el paracetamol. Pero, ¿quién traza
la frontera? ¿Con qué criterio? (Por cierto, un estudio de revisión de 2021
encontró que el paracetamol mejora el TTE.)
Otra sustancia legal, en este caso con efecto ergogénico,
que es archiconocida y archi-utilizada, es la cafeína. Puedes tomarla
directamente u obtenerla del café. Las dosis para lograr efectos notables están
en el rango 200-400mg, lo que, en términos de tazas de café, serían entre dos y
cuatro. Una revisión sistemática de 2022 reunió 21 experimentos realizados en
hombres y mujeres runners. En esos experimentos, hicieron un TTE test, es
decir, una prueba de esfuerzo hasta el agotamiento, o hicieron un time trial,
es decir, una carrera de una distancia determinada, como 5k, bien bajo los
efectos de un placebo, bien bajo los efectos de la cafeína. 13 de los 21
experimentos encontraron resultados positivos a favor de la cafeína. Y es que
la cafeína, como explicamos en el episodio sobre el sueño, secuestra los
receptores de adenosina, inhibiendo la sensación de cansancio, además de
incrementar la liberación de noradrenalina y dopamina, lo que incrementaría la activación
nerviosa y la contracción muscular. De nuevo, anfetaminas, malo; cafeína,
sírvase usted mismo. ¿Por qué uno no y otro sí?
Con drogas legales, como codeína y cafeína, el debate estaba
en por qué sí valen, pero analgésicos como la morfina y estimulantes como la
anfetamina, no. Si nos enfocamos ahora hacia herramientas de entrenamiento,
recuperación y competición, el debate, vamos a ver enseguida, está en que
también valen, pero son sólo accesibles para un puñado de personas
privilegiadas. Vamos a hablar de estancias en altura, estancias en centros de
alto rendimiento, acceso a gimnasios y equipamientos caros, nutrición de
precisión, medicina de precisión y asistencia en carrera. Let’s go.
Estancias en altura. Sierra Nevada, Font Romeu, Flagstaff,
Iten o hasta Ciudad de México. ¿Qué tienen en común? Son localidades situadas a
más de 2000msnm y son elegidas por muchos y muchas deportistas para hacer
estancias en altura. Recordemos, mayor altura equivale a menor captación de
oxígeno y menor aporte a los tejidos, lo que estimula la producción de glóbulos
rojos para compensar el déficit. O sea, es la manera natural de producir EPO.
Obviamente, no todo el mundo puede permitirse los costes del viaje y del
alojamiento que implica una estancia así. Si, además, tu fuente de ingresos
principal es un trabajo distinto del deporte, esa estancia en altura te va a
costar también lo que dejas de ingresar con esa actividad laboral primaria. Más
todavía: las estancias en altura deben manejarse con cuidado, ha de seguirse cierta
progresión, modular la intensidad de cierta manera, guardar unos tiempos
determinados entre la estancia y la competición objetivo, etc., lo que va a
necesitar supervisión de un entrenador, que también has de pagar. Al hablar de
lo que pasa en Noruega, en un episodio anterior, vimos que los efectos de la
altura se pueden simular en tiendas o cámaras de hipoxia. Nuevamente, no todo
el mundo puede comprar o alquilar una. Remco Evenpoel, ciclista belga ganador
de varias grandes vueltas y carreras clásicas, ha estado recientemente en el
candelero por haberse hospedado en un hotel muy exclusivo, que cuenta con
cámaras de hipoxia, en su preparación de una gran vuelta; Evenpoel quedó tan
maravillado con el plus de EPO obtenido de aquella estancia, que ha mandado
construir una réplica de la habitación del hotel en su nueva casa.
Estancias en CAR. Pasar una temporada en un CAR es un regalo
para tu cuerpo, que éste va a agradecerte en forma de rendimiento superior. ¿En
qué sentido es un regalo? Piénsalo: tu vida 100% dedicada a entrenar y
descansar y en un entorno donde, además, cuentas con todas las facilidades para
el entrenamiento en tu modalidad deportiva. No tienes que hacer la compra, no
tienes que cocinar, no tienes que fregar los platos, el baño y los suelos, no
tienes que poner lavadoras o cambiar las sábanas, no tienes que atender a
pequeños, mayores ni mascotas, no tienes siquiera que desplazarte de ida y
vuelta para entrenar. Es despertarte, desayunar en el buffet, ponerte las
zapatillas y a correr, ducha, comida, siesta, sesión de tarde, ducha, cena,
mirar un poco las redes y al sobre a sobar. Dime si eso es o no un regalo para
el cuerpo. Pero, de nuevo, ¿quién puede permitírselo? El equipo Adidas Terrex
pone a disposición de sus atletas una casa con todo pagado, en pleno Alpes, los
meses previos al evento UTMB. En este caso, paga Adidas, pero, claro, consigue
tú entrar en las filas de ese equipazo: Sheila Avilés, Pablo Villa, Abby Hall,
Peter Engdahl… la créme de la créme.
Gimnasios y equipamientos caros. Lo hemos dicho antes: más
fuerza nos da mayor economía de carrera. No lo dijimos, pero desarrollar la
fuerza también previene lesiones. Conviene, pues, ganar fuerza. Y, para ganar
fuerza de verdad, debes levantar hierros sí o sí; mucho peso, pocas repeticiones.
Peso muerto, sentadilla, hip thrust. En occidente, raro es que no haya un
gimnasio bien equipado y a precio razonable en tu barrio; pero no me atrevo a
decir lo mismo de países como Uganda o Nepal, por citar algunos de los que
participaron en el mundial de Tailandia 2022 y con buenos resultados. También
sabemos de la importancia del entrenamiento cruzado: sirve para seguir
acumulando volumen sin riesgo de sobrecarga o lesión. Y el entrenamiento
cruzado por excelencia para trail runners es la bicicleta, sea en exterior o en
interior. Bien, supongo que ya sabes que las bicicletas y tooodo el material
específico que requieren (culote, maillot, pedales automáticos, zapatos, casco,
medidor de potencia… ) valen un dineral y que, además, la bici debes revisarla
y repararla con frecuencia y para siempre, lo que también supone un coste. Es,
prácticamente, un deporte de ricos (o una “estafa piramidal”, como dicen los
chicos de “Tirada Larga Podcast”… ). También muy habitual en la comunidad trail
runner es tirar de rodillo cuando la meteorología no acompaña. Para eso, te
hace falta un rodillo, que si, encima, es inteligente, nos vamos a precios
desorbitados para una economía doméstica promedio. Y no veas cómo queman
neumático los rodillos. Otro coste más. (Estafa piramidal, está claro.)
Nutrición. La comida nos da las piezas con que se construyen
nuestros tejidos y la gasolina para funcionar. Aminoácidos esenciales para
regenerar músculo, tendones y ligamentos, ácidos grasos esenciales y vitaminas
con que se sintetizan hormonas, carbohidratos para rellenar los depósitos de
glucógeno, minerales para la función muscular, fibra para tu microbiota
intestinal. Por tanto, para recuperar de los entrenos y para asimilar el
trabajo realizado en los mismos hacen falta nutrientes de calidad. Hace falta
comprar buenos alimentos y, seguramente, suplementos para llegar a las dosis
óptimas (que están muy lejos de las mínimas recomendadas). Un o una atleta de
élite va a necesitar más proteína, más vitaminas y más minerales. Money, money.
Una dieta basada casi exclusivamente en cereales, trigo, maíz, arroz, te va a
dar energía y a muy bajo coste, pero un aporte nulo de nutrientes. Hay sí o sí
que invertir en nutrición. Por otro lado, en carrera también hay que comer, en
este caso, no para obtener nutrientes sino combustible en forma de
carbohidratos; pero se trata de poder asimilar cuanto más carbohidrato, mejor.
Y, ¿cuáles son los geles de carbohidrato que puedes tolerar sin molestias
digestivas hasta 120g/hora? Maurten, la marca más cara.
Medicina de vanguardia. Rafa Nadal tiene una enfermedad en
el pie denominada Müller-Weiss, que le provoca fuertes dolores, y esto en un
deporte en el que rebotas con violencia una y otra vez sobre tus pies durante
hasta tres horas. Tres horas para las que has entrenado durante cientos de
horas más, durante las cuales también has rebotado miles de veces sobre tus
pies. Mal asunto. A cualquier persona, una enfermedad así supondría un
impedimento para seguir practicando deporte, que obligaría a retirarse. Rafa
puede costearse un sofisticado tratamiento por radiofrecuencia que relaja
temporalmente la actividad de los nervios del pie, reduciendo el dolor. La
enfermedad es crónica y el efecto de la radiofrecuencia es temporal, de modo
que ha de repetir las sesiones también de forma crónica. Y en cada sesión: a
sacar la billetera. Por otro lado, las cirugías y post-operatorios para
reconstruir fracturas del ligamento cruzado anterior, tan frecuente en fútbol y
deportes donde hay múltiples cambios de dirección, valen un riñón. Estamos
hablando de cifras de cuatro ceros. Son sólo dos ejemplos de las cosas que
puede hacer la medicina más puntera por ti, si y sólo si puedes pagarla a
precio de oro.
Asistencia en carrera. Ya lo hemos dicho: en carrera hay que
comer; también hay que beber y reponer electrolitos y también hay que seguir
una estrategia más inteligente que la de tus rivales, si quieres acabar por
delante de ellos. Según la distancia y condiciones de la prueba, a veces hay
también que cambiarse de ropa durante la carrera. Todo eso se hace mejor cuando
tienes gente de confianza en los distintos avituallamientos. Esto, lógicamente,
es más importante cuantos más avituallamientos haya, lo que ocurre a medida que
aumenta la distancia de la prueba. En maratón y para arriba necesitas equipo de
apoyo. Imagina: vas sin asistencia, llegas al avituallamiento y no sabes dónde
está cada cosa, pierdes tiempo en localizar lo que quieres o, peor, no hay ese
alimento y/o esa marca que sabes que te sienta bien. Imagina ahora este otro
escenario: vas con asistencia, al llegar al avituallamiento ya te están
esperando con exactamente lo que necesitas, que recoges al vuelo sin perder un
instante, de una cara conocida y que te da palabras de ánimo y, muy importante,
que te da referencias. Te dice tu posición, tus tiempos y los de tus rivales,
lo que te permite reajustar tu estrategia de carrera sobre la marcha, según
cómo se van comportando tus rivales y cómo está respondiendo hoy tu cuerpo. En
fin, asistencia rápida y personalizada y valiosa información sobre tus rivales
en tiempo real. Esto, no hay lugar a dudas, marca la diferencia. No hay más que
ver los tiempos totales empleados en los avituallamientos en una prueba de casi
20 horas: 11 minutos, en el caso de Mathieu Blanchard en la última Ultra Trail
du Mont-Blanc 2022. Ni siquiera representan un 1% del tiempo total de carrera. Esa
agilidad fue posible gracias al trabajo impecable de su pareja, quien le
asistió en cada uno de los puntos de avituallamiento. Y es un espectáculo ver,
en el vídeo que colgaron en redes, cómo el equipo de entrenadores de la RFEA
avituallaron a sus atletas en el pasado mundial de Tailandia: uno le cambiaba
el cinturón, mientras otro le rellenaba botellas, mientras otro le pasaba un
trapo mojado en agua fría por todo el cuerpo. Nada que envidiar a los boxes de
F1.
Otro trabajo de equipo, que aún yo sólo he visto en Salomon,
pero que estoy seguro de que se va a generalizar, es tener gregarios corriendo
para un o una líder. Esto viene del ciclismo, de donde también proviene Greg
Vollet, ex-cerebro de la marca de Annecy. La estrategia consiste en tener gente
del equipo en cabeza, marcando el ritmo a quien quieres que intente ganar;
llegado el momento clave de la carrera, los gregarios dejan paso a el o la
líder, que llega con frescura a ese momento crítico, pues no ha tenido más que
dejarse llevar por los compañeros.
En resumen, hay sustancias
consideradas ilegales, por suponer una ventaja injusta para quienes compiten
limpio, pero hay otras sustancias que también mejoran el rendimiento,
consideradas legales. ¿Por qué unas no valen y las otras sí? Y hay métodos
también legales y que también consiguen mejorar el rendimiento, pero son de
acceso restringido: sólo pueden pagarse teniendo muchos ceros en el banco o una
marca potente detrás que corra con los gastos. Medicina de vanguardia,
suplementos de proteína y vitamina, una cámara de hipoxia en tu casa construida
a medida, un equipo que te asiste en carrera… dime tú si eso no potencia el
rendimiento. Y dime tú si no es injusto que sólo lo pueda disfrutar un puñado
de privilegiados mientras el resto miramos con envidia y con rabia y no podemos
más que modernos la lengua.
¿QUÉ RIESGOS PARA LA SALUD CONLLEVAN LAS PEDs?
Están documentados efectos secundarios por el uso continuado
de las PEDs. Los anabolizantes causan acné, aumentan presión arterial y perfil
de colesterol en sangre. También aumentan el riesgo de cáncer. Y, no sé si más
o menos preocupante que eso, los anabolizantes también causan que los hombres
desarrollen pechos de mujer y sus testículos se encojan y que las mujeres
desarrollen voz de hombre y que su clítoris se engrose. El abuso de EPO (no
olvidemos que sirve para aumentar el hematocrito, lo que vuelve la sangre más
espesa) provoca trombos en los pulmones, ataque cardíaco e infarto cerebral. Los
estimulantes provocan dificultades para conciliar el sueño (lo que a la larga
puede degenerar en multitud de patologías), taquicardias, alucinaciones y
adicción. Los opiáceos causan náuseas, estreñimiento y adicción también.
¿DEBERÍAN LEGALIZARSE ESTAS SUSTANCIAS?
Puede sonar algo loco, pero legalizar las PEDs podría traer
varios beneficios. Uno es que se podría garantizar la calidad y seguridad de
las drogas. En el mercado negro no existen los controles que son mandatorios en
el legal para asegurar dosis precisas. En el mercado negro tampoco se hacen
estudios para ver los efectos a largo plazo del uso de sustancias. La
investigación en PEDs, eventualmente, permitiría desarrollar fármacos que no
provocaran los efectos secundarios que hemos enumerado hace un instante.
Otro beneficio sería que nos ahorraríamos todos los costes y
complicaciones que genera la persecución del dopaje. No habría que pagar
personal de la agencia antidopaje que persiga a los y las top 3 tras la carrera
para hacer pipí en un frasquito, ni pagar todo el operativo que requiere el
sistema de controles sorpresa, ni pagar la propia agencia. Tampoco ocurrirían
cosas como quedar fuera de una clasificación para unas finales, que se
descubran casos de dopaje entre los primeros de la tabla, que se anulen sus
resultados, que entonces quedes dentro de la clasificación, pero que las
finales ya hayan pasado. Esto ocurrió en el circuito GTWS a raíz de los casos
de Mark Kangogo y Esther Chesang.
Pero el beneficio más importante es que, aunque parezca un
contrasentido, con PEDs legales, el deporte de élite podría ser más justo.
Whaaat? (Héctor, se te ha ido la pinza o te has pasado con la dosis de Ritalín
y estás alucinando… ) Con PEDs legales y baratas, la gente de Kenia, Uganda,
Nepal, Tailandia y demás países pobres, podría compensar la falta de esa tecnología
de vanguardia que disfruta la gente del mundo occidental. No tendrían cámaras
de hipoxia, geles Maurten, suplementos vitamínicos, bicicletas de carbono,
rodillos inteligentes o fisioterapia por radiofrecuencia, pero tendrían
anabolizantes, antiinflamatorios, estimulantes y demás sustancias dopantes, que
simulan los efectos de esa tecnología aeroespacial inasequible. ¿Qué importa si
conseguí mayor hematocrito vía estancia en Font Romeu, vía cámara de hipoxia en
mi casa o vía EPO? Si es que los tres son métodos artificiales. Con PEDs al alcance
de cualquiera, cada quien elegiría qué método o combinación de métodos es más
conveniente. En ese escenario hipotético, la clave sería saber encontrar la
fórmula precisa que mejor se adecúa a tu perfil.
¿CÓMO DEBERÍAMOS PERSEGUIR EL USO DE SUSTANCIAS?
Si no te convence esta idea loca de legalizar las PEDs para
que todo el mundo acceda a métodos para mejorar su rendimiento, sea vía drogas
baratas o vía herramientas de precios prohibitivos, entonces toca seguir persiguiendo
y sancionando el dopaje. Hay tres sistemas básicos de lucha contra el dopaje.
Controles post-carrera, controles sorpresa fuera de competición y pasaporte
biológico.
Los controles post-carrera se realizan a los y las top 3 de
la prueba, justo al terminar la misma. Antes de que te subas al podio y recibas
los aplausos, zas, aparece el personal de la agencia antidopaje y te sigue
pegadito a tu culo hasta el baño, donde haces pis en un frasco en su presencia.
Los controles sorpresa son un sistema carísimo. Supone que,
en cualquier momento y lugar, lo que puede significar un domingo por la tarde
en pretemporada, que estás en el jardín con tu familia, por decir algo, puede
aparecer personal de la agencia y, de nuevo, paseíto hasta el baño a rellenar
el susodicho frasco.
El sistema de pasaporte biológico es, quizás, el que tiene
mejor relación calidad/precio. Los y las atletas se comprometen a hacerse análisis
de sangre periódicos, de manera que se puede ver la evolución a lo largo de
todo el año y no sólo en torno a la competición clave. Lo que se mira en sangre
son (1) hormonas esteroideas, básicamente, testosterona, y (2) hematología,
básicamente, hematocrito. Si la testosterona se pone milagrosamente por las
nubes entre un análisis y el siguiente, trampa; es imposible aumentarla tanto
por medios naturales, como mejor sueño, suficiente aporte de ácidos grasos
esenciales en la dieta y ejercicio de fuerza. Si el hematocrito está siempre
por las nubes, análisis tras análisis, con independencia de que hayas tenido
semanas de carga o de impacto o de varias competiciones seguidas, trampa; los
glóbulos rojos descienden tras esfuerzos grandes.
Aterrizando esto al mundo del trail, ¿qué veo yo razonable
implementar? Los controles post-carrera valen miles de euros. En la carrera
Canfranc Canfranc 2022, que acogió las copas del mundo de KV y de modalidad
classic gastó unos 4-5000€ en testar los tops masculino y femenino en ambas
modalidades. Eso no es mucho para carreras que gastan 40-50.000€ en la
retransmisión en directo; carreras, lógicamente, muy grandes. Pero no creo que
sea asequible para la carrera de tu pueblo, cuyo presupuesto total serán esos
4-5000€, con los que se ha de pagar dorsales, cronometraje, etc. O sea, el
control post-carrera sería factible para pruebas de cierta envergadura.
Pero, no sólo es que puedan o no costearlos, es que cabe
preguntarse si deben. Honestamente, ¿qué importa que quienes ganan la carrera
de tu pueblo vayan hasta las cejas de anabolizantes y anfetas? Peor para ellos,
se están engañando (y poniendo en riesgo su salud). Yo creo que quienes deben
poner controles son las carreras donde (1) hay una buena suma de dinero en
juego y/o (2) carreras con gran exposición o prestigio, cosas que también se
traducen en dinero en el medio plazo. Si ganas la OCC, por poner un ejemplo, te
va a ver medio mundo, lo que incluye gente de Hoka, Adidas, The North Face,
Asics, Brooks, etc., que te pueden ofrecer un jugoso contrato para entrar en
sus filas. Lo mismo si consigues una medalla en un campeonato del mundo. Yo veo
razonable que en ese tipo de pruebas haya controles. Por cierto, si las hubo en
Sierre-Zinal fue precisamente porque la carrera forma parte, además del
circuito Golden Trail, del circuito de la WMRA.
CONCLUSIÓN
Si hubiese una sustancia o método a tu alcance que te ayuda
a mejorar tu rendimiento, ¿dirías que no? ¿A quién no le gusta estar más
fuerte? El problema radica en que algunas sustancias se consideran ilegales. Y
es que funcionan de verdad y, por tanto, dan una ventaja a quienes las toman,
respecto de quienes no las toman. Tomarlas es, pues, hacer trampa. Una cuestión
que hemos examinado aquí es si esas sustancias son o no muy diferentes de otras
sí permitidas y de otros métodos, también muy efectivos, también permitidos,
pero sólo asequibles para una élite. ¿Por qué puedo tomarme 400mg de cafeína,
pero no anfetamina? ¿Por qué puedo tomar codeína, pero no morfina? Y, más
intrigante aún, ¿por qué puedo aumentar mi EPO en una cámara de hipoxia, pero
no inyectándomela? ¿Por qué puedo tener un equipo que me asiste en carrera,
pero no tomar corticoesteroides? Sinceramente, me parece muy injusto que un
puñado de gente privilegiada, que necesariamente vive en el mundo occidental,
pueda permitirse nutrición de precisión, gimnasio 100% equipado, bicicleta de
carbono, estancias en altura y staff en carrera que le aporta 120g de
carbohidrato/hora y le da ánimos y referencias, y que el resto, que viene de
países como Uganda o Nepal, tenga que apañarse con una pista de tierra para
entrenar, harina de maíz y arroz para comer, tenga que combinar deporte con
trabajo en la granja y la huerta y sea señalada y sancionada por tomar
antiinflamatorios para poder entrenar. No sé si lo he pintado muy dramático,
pero esto mismo es lo que le ha pasado a Esther Chesang, desposeída de su
primer puesto en Sierre-Zinal 2022, por habérsele detectado presencia de
corticoesteroides en la fase pre-competitiva, meses antes de la prueba alpina. Esther
no tiene agua caliente, calefacción ni fibra óptica en su casa; mucho menos una
cámara de hipoxia como la de Evenpoel. ¿Y si legalizáramos las PEDs? ¿No sería
eso, paradójicamente, más justo? No tengo la respuesta definitiva a este
debate, pero espero haber aportado elementos de juicio. Hala, os dejo pensando…
Corresendas, espero que hayas aprendido y disfrutado a
partes iguales. Si fue así, agradezco que te suscribas, comentes, valores y/o
compartas y que me sigas en Instagram, en el perfil correrporsenderos, todo
junto.
Nos encontramos aquí en siete días, si no antes por el
monte. Hala, a pisar sendas! (pero habiendo tomado café, no hasta las orejas de
anabolizantes… )
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