Episodio 40: Dopaje en los deportes de resistencia. ¿Es tan efectivo, tan tramposo, tan peligroso?

(Autor: Héctor García Rodicio https://www.instagram.com/correrporsenderos/)

Deporte, dinero, drogas: dopaje. En todo deporte donde haya dinero en juego o visibilidad o prestigio que, eventualmente, acaben proporcionando dinero, hay dopaje. Anabolizantes, glucocorticoides, EPO, anfetamina, opiáceos... Desde la mítica “bomba” que usaron los ciclistas allá por los años 1940, una mezcla de cafeína, cola y anfetamina, hasta las sofisticadas transfusiones de sangre enriquecida de la operación Puerto de 2006. Sustancias prohibidas. Sustancias que, supuestamente, sirven para rendir más, pero, claro, a costa de hacer trampas y de jugarte la salud. Rendimiento, trampas, salud son los tres puntos clave del dopaje, que damos por sentado. Pero, ¿de verdad estas drogas mejoran el rendimiento? ¿Hasta qué punto son más tramposas que otros compuestos y métodos legales? ¿Son un peligro real para la salud? En el episodio de hoy vamos a revisar, en primer lugar, estos tres supuestos. Hablaremos de las drogas más utilizadas en resistencia, para qué sirven y si realmente funcionan. Debatiremos sobre si son más injustas o no que el acceso a nutrición de precisión, asistencia en carrera o estancias en altura, entre otros métodos permitidos, que también pueden dar ventaja competitiva. Hablaremos también sobre los efectos a largo plazo del uso de estas sustancias prohibidas. Resueltas las cuestiones principales, abordaremos dos más. ¿Deberían legalizarse estas drogas? Y, si las mantenemos prohibidas, ¿cómo debería perseguirse su uso?

Así pues, tenemos nada menos que cinco cuestiones sobre el tapete. Y anuncio que, respondiéndolas, vamos a conocer un buen puñado de hechos curiosos, como ciclistas que, gracias a un potente analgésico, pedalean al límite de sus fuerzas sin sentir dolor hasta, literalmente, no poder bajarse de la bicicleta, hombres que desarrollan pechos de mujer, mujeres que desarrollan voz de hombre, jueces que vigilan cómo haces pis o por qué, misteriosamente, en deportes donde la precisión juega un papel importante, interesa contar con informe médico que acredite que sufres trastorno por déficit de atención... ¿He creado suficiente hype? Ojalá que sí (y sin tener que pronunciarme sobre los eternos debates de si el clembuterol de Contador salió o no de aquel filete, ni de si el oro de Cacho en Barcelona 92 se debió o no a la intervención divina de Eufemiano Fuentes… ). Sin más dilación, vamos al turrón.

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¿QUÉ DROGAS SE USAN EN DEPORTE DE RESISTENCIA Y PARA QUÉ SIRVEN?

Las drogas o sustancias dopantes que se usan en el deporte se llaman, en inglés, P-E-Ds; siglas de “Performance-Enhancing Drugs”. Esto ya nos da una idea de la eficacia de estas drogas. Me explico. “Performance” significa “rendimiento”. “Enhance” significa “potenciar”. PEDs, por tanto, se traduce como “drogas potenciadoras del rendimiento”. Así que, sí: las PEDs funcionan. Es una realidad. Sabiendo que funcionan, vamos a ver cuáles hay y qué función específica cumple cada una.

Esteroides anabólicos. Las hormonas anabólicas, como sabemos por episodios anteriores, son las encargadas de activar el anabolismo, es decir, la creación y regeneración de tejido. La hormona anabólica estrella es la testosterona, pero también están otras como la insulina, la hormona del crecimiento o la IGF-1. Y el tejido estrella que se quiere crear y regenerar es el músculo. Los esteroides anabólicos son versiones sintéticas de estas hormonas y sirven para aumentar la masa muscular y para reparar el músculo tras un entreno duro. En running, más masa muscular equivale a más fuerza, que a su vez equivale a mayor economía de carrera: esto es, hacer lo mismo con menos esfuerzo y, por consiguiente, resistir más. Y, si las micro-roturas en el músculo que se producen tras un entreno duro se recuperan más rápido, puedes encadenar más entrenos de calidad y ganar una gran condición física en poco tiempo. Los efectos del uso de anabolizantes, por tanto, son relativamente permanentes: con un régimen mínimo de entrenamiento y nutrición, las ganancias musculares, que los anabolizantes han potenciado, se mantendrán. Y la base aeróbica que habrás ganado, gracias a haber podido recuperarte en tiempo récord y, así, encadenar múltiples sesiones duras consecutivas, también se mantendrá, si sigues dando un mínimo estímulo al cuerpo. En fin, los anabolizantes te dan más fuerza, lo que se traduce en mayor economía de carrera, y mejores recuperaciones, lo que se traduce en más entrenamiento y, por ende, más capacidad aeróbica, y ambos beneficios son relativamente estables en el tiempo. Por cierto, Mark Kangogo, ganador de la Sierre-Zinal 2022, aunque luego desposeído del título, usó nandrolona; es decir, un anabolizante. Y el famoso clembuterol en la orina de Contador también es un anabolizante para aumentar la masa muscular (lo que no está tan claro es si salió o no de aquel filete de aquellas vacas engordadas artificialmente por aquel carnicero guipuzcoano… ).

Corticoesteroides. Si los anabolizantes imitan la hormona anabólica estrella, la testosterona, ahora nos vamos al lado opuesto: catabolismo y cortisol. También por episodios pasados, sabemos que el cortisol es la hormona de la respuesta de estrés, que nos prepara para luchar o huir. Ya sabes, mayor ritmo cardíaco, mayor presión arterial, mayor temperatura corporal, presencia de ácidos grasos y glucosa en sangre y, en fin, todo el organismo dispuesto al servicio de la actividad motora y, a la vez, todos los sistemas no implicados en el movimiento desconectados. Esta segunda función es la clave de los corticoesteroides. Si tu cuerpo está 100% volcado en correr, otras tareas, como la inmunitaria, se desactivan. Y, si no hay un sistema inmunitario trabajando, no hay inflamación. Y, si no hay inflamación, no hay hinchazón ni dolor. Y, si no hay hinchazón ni dolor, puedes seguir corriendo, a pesar de llevar las piernas machacadas. Esto puede servir durante la fase de entrenamiento, porque podrías encadenar días con sesiones duras de entrenamiento o entrenar sin haber recuperado una lesión. Pero, sobre todo, sirve en carrera, porque puedes prolongar el esfuerzo: puedes seguir a tope cuando tus piernas echan humo y deberían estar pidiendo clemencia. Así pues, a diferencia de los anabolizantes que tienen un efecto más estructural y, por tanto, más estable (como dijimos, con mínimo estímulo, la masa muscular ganada se mantiene), los corticoesteroides tienen un efecto transitorio. Por eso tiene sentido tomarlos ocasionalmente, bien para poder afrontar un entreno duro sin haber tenido tiempo de recuperarte de uno anterior o bien para poder hacer una carrera apretándote al máximo. A Mark Kangogo se le detectó nandrolona en la orina tras Sierre-Zinal, como ya apunté, pero también triamcinolona acetonida, es decir, un corticoesteroide. Vamos, que el amigo Mark llevaba encima un cóctel con lo mejor de los dos mundos: la masa muscular de los anabolizantes y el efecto antiinflamatorio de los corticoesteroides.

Eritropoyetina. La eritropoyetina, más conocida como EPO, es una hormona que segrega el riñón. Esta hormona, como la testosterona, también es de las que estimulan la formación de tejido, en este caso, la creación de glóbulos rojos. Producimos naturalmente EPO ante condiciones de hipoxia. Por ejemplo, cuando hacemos una estancia en altura, donde la presión de oxígeno es menor y, en consecuencia, nos cuesta más captar oxígeno, el riñón responde produciendo EPO. La EPO activa la eritropoyesis, que es el proceso de creación de glóbulos rojos por parte de la médula ósea. Más glóbulos rojos igual a más hematocrito igual a más hemoglobina igual a mayor transporte de oxígeno a los músculos. Los músculos trabajan mejor y rindes más. Pues bien, doparse con EPO tendría estos efectos sin necesidad de hacer estancia en altura, que es un método caro y que hay que saber manejar. El defenestrado Lance Armstrong tomó de todo, incluyendo testosterona, corticoesteroides y, por supuesto, también EPO. La EPO también tendría un efecto transitorio, lo que obliga a pinchártela regularmente.

Estimulantes. Como su nombre indica, los estimulantes “estimulan” la actividad del sistema nervioso simpático. Más concretamente, incrementan el estado de alerta y de foco e inhiben las señales de fatiga que el cuerpo envía al cerebro, como hipertermia o acidez, permitiéndote desplegar un mayor esfuerzo y forzar la máquina un poco más. En deportes con componente técnico, como el tenis o las bajadas en trail, los estimulantes te permiten acometerlo con mayor precisión. Vaya, que con estimulantes vas “enchufado”. La familia de las anfetaminas son el principal fármaco estimulante. Esto incluye la anfetamina, la metanfetamina, el MDMA o el metilfenidato. Las personas con TDAH, esto es, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, toman anfetaminas bajo el nombre comercial de Adderall, Ritalín, Focalín, Concerta o Medikinet. Puede parecer un contrasentido dar estimulantes a personas ya de por sí hiperactivas, pero es que estimulan específicamente la corteza prefrontal, lo que aumenta la capacidad de foco y de razonamiento. Sospechosamente, muchos y muchas deportistas tienen diagnóstico de TDAH, en una proporción superior a la que existe entre la población normal, y es que dicha condición les concede Exención por Uso Terapéutico, es decir, que pueden ir puestos hasta arriba de anfetaminas durante la competición, porque es para tratar su trastorno. (Y resulta, cuando menos, gracioso, que, según me consta, muchos abogados van hasta las orejas de Ritalín cuando deben preparar la defensa de sus acusados de dopaje… Yeeehah, ¡anfetaminas para todos!). Siendo justos, hay otra explicación para la mayor prevalencia del TDAH en la población deportista y es que, siendo peques, sus mamás y papás decidan apuntarlos a deporte para canalizar su hiperactividad.

Opioides. Los opioides son depresores del sistema nervioso. En deporte de resistencia esto sirve para reducir el dolor. Una vez más, sin dolor, puedes exprimirte más en carrera. O, si tuvieras molestias o incluso lesión, podrías entrenar o competir a pesar de ello. Entrenar más o competir más fuerte, lógicamente, tiene un beneficio en el rendimiento. En un estudio con ciclistas se les pidió que hicieran una contrarreloj de 5k. Primero lo hicieron a pelo. En una segunda ronda lo hicieron bajo los efectos del fentanilo, un potente analgésico. Se vio que la potencia desplegada en la segunda ronda fue descomunal, tanto que, al acabar, ni siquiera pudieron bajarse de la bici ni caminar. Es decir, puesto que no sentían dolor, rebasaron el límite de seguridad fisiológico, llegando a reventarse.

Resumiendo, las PEDs funcionan, de ahí que se las llame “drogas potenciadoras del rendimiento”. En deportes de resistencia tiene sentido tomar las que hemos repasado. Están los anabolizantes, que nos darían una ventaja estructural: más masa muscular y fuerza, que a su vez otorga mayor economía de carrera. Están también los corticoesteroides y los opioides que actuarían, respectivamente, como antiinflamatorios y analgésicos, lo que permitiría afrontar un entreno sin haber recuperado del todo de uno anterior o acometer una competición dando tu máximo. La EPO te daría mayor transporte de oxígeno a los músculos y, por ende, mayor capacidad de trabajo. Y los estimulantes, como anfetamina o metilfenidato, te darían más activación y más foco, lo que te permite realizar la parte técnica de tu deporte con mayor precisión.

¿SON LAS PEDs MÁS TRAMPOSAS QUE OTROS MÉTODOS LEGALES?

Las drogas potenciadoras del rendimiento, como ya indica su nombre, mejoran el rendimiento de quien las toma, lo que les da una ventaja competitiva. Es decir, que haya gente que las tome es injusto para el resto de atletas que van limpios y, por tanto, dependen en exclusiva de su fisiología natural. Dependen de cuánto han logrado desarrollar esa fisiología (esa masa muscular, ese volumen de oxígeno máximo, esa capacidad aeróbica, etc.), a través del entrenamiento, y de cuánto son capaces de exprimirla en competición, a través de una capacidad de sufrimiento y de foco lograda también por medios naturales. Entonces, sobre el papel, sí: que unos vayan puestos de anabolizantes y antiinflamatorios y puedan encadenar entrenos de calidad y que, además, les cundan más, y/o que vayan puestos de EPO, antiinflamatorios y/o estimulantes en carrera y puedan apretarse más, es injusto para quienes no cuentan con esas ayudas. Pero (y aquí está “the mother of the lamb”, la madre del cordero), (1) ¿quién pone la línea entre sustancias legales e ilegales? Y (2), ¿en qué se diferencia una droga ilegal de un método legal, caro y sofisticado, que produce el mismo efecto que dicha droga ilegal? Vamos por partes.

En cuanto a sustancias legales con efectos sobre el rendimiento, no hay que rebuscar mucho: analgésicos y cafeína. Hay estudios, incluyendo algunos realizados por la WADA (la “world anti-doping agency”), que encuentran prevalencias de hasta el 60% en el uso de tramadol o codeína, dos analgésicos fuertes, en la población deportista de resistencia. Y hay, al menos, un estudio, que mostró mayor producción de potencia en un test de 20’ sobre un biciergómetro, cuando tomas analgésico que cuando tomas placebo. Ya lo explicamos al hablar de opioides: menor percepción de dolor conduce a exprimirte más en carrera, que conduce a mejor rendimiento. De hecho, la codeína y el tramadol son opioides. O sea, que puedes tomar paracetamol, ibuprofeno, codeína o tramadol, pero no morfina o fentanilo. Es cierto que el fentanilo es más fuerte que la morfina y, ésta, lo es más que la codeína y el tramadol y, éstos, a su vez, lo son más que el paracetamol. Pero, ¿quién traza la frontera? ¿Con qué criterio? (Por cierto, un estudio de revisión de 2021 encontró que el paracetamol mejora el TTE.)

Otra sustancia legal, en este caso con efecto ergogénico, que es archiconocida y archi-utilizada, es la cafeína. Puedes tomarla directamente u obtenerla del café. Las dosis para lograr efectos notables están en el rango 200-400mg, lo que, en términos de tazas de café, serían entre dos y cuatro. Una revisión sistemática de 2022 reunió 21 experimentos realizados en hombres y mujeres runners. En esos experimentos, hicieron un TTE test, es decir, una prueba de esfuerzo hasta el agotamiento, o hicieron un time trial, es decir, una carrera de una distancia determinada, como 5k, bien bajo los efectos de un placebo, bien bajo los efectos de la cafeína. 13 de los 21 experimentos encontraron resultados positivos a favor de la cafeína. Y es que la cafeína, como explicamos en el episodio sobre el sueño, secuestra los receptores de adenosina, inhibiendo la sensación de cansancio, además de incrementar la liberación de noradrenalina y dopamina, lo que incrementaría la activación nerviosa y la contracción muscular. De nuevo, anfetaminas, malo; cafeína, sírvase usted mismo. ¿Por qué uno no y otro sí?

Con drogas legales, como codeína y cafeína, el debate estaba en por qué sí valen, pero analgésicos como la morfina y estimulantes como la anfetamina, no. Si nos enfocamos ahora hacia herramientas de entrenamiento, recuperación y competición, el debate, vamos a ver enseguida, está en que también valen, pero son sólo accesibles para un puñado de personas privilegiadas. Vamos a hablar de estancias en altura, estancias en centros de alto rendimiento, acceso a gimnasios y equipamientos caros, nutrición de precisión, medicina de precisión y asistencia en carrera. Let’s go.

Estancias en altura. Sierra Nevada, Font Romeu, Flagstaff, Iten o hasta Ciudad de México. ¿Qué tienen en común? Son localidades situadas a más de 2000msnm y son elegidas por muchos y muchas deportistas para hacer estancias en altura. Recordemos, mayor altura equivale a menor captación de oxígeno y menor aporte a los tejidos, lo que estimula la producción de glóbulos rojos para compensar el déficit. O sea, es la manera natural de producir EPO. Obviamente, no todo el mundo puede permitirse los costes del viaje y del alojamiento que implica una estancia así. Si, además, tu fuente de ingresos principal es un trabajo distinto del deporte, esa estancia en altura te va a costar también lo que dejas de ingresar con esa actividad laboral primaria. Más todavía: las estancias en altura deben manejarse con cuidado, ha de seguirse cierta progresión, modular la intensidad de cierta manera, guardar unos tiempos determinados entre la estancia y la competición objetivo, etc., lo que va a necesitar supervisión de un entrenador, que también has de pagar. Al hablar de lo que pasa en Noruega, en un episodio anterior, vimos que los efectos de la altura se pueden simular en tiendas o cámaras de hipoxia. Nuevamente, no todo el mundo puede comprar o alquilar una. Remco Evenpoel, ciclista belga ganador de varias grandes vueltas y carreras clásicas, ha estado recientemente en el candelero por haberse hospedado en un hotel muy exclusivo, que cuenta con cámaras de hipoxia, en su preparación de una gran vuelta; Evenpoel quedó tan maravillado con el plus de EPO obtenido de aquella estancia, que ha mandado construir una réplica de la habitación del hotel en su nueva casa.

Estancias en CAR. Pasar una temporada en un CAR es un regalo para tu cuerpo, que éste va a agradecerte en forma de rendimiento superior. ¿En qué sentido es un regalo? Piénsalo: tu vida 100% dedicada a entrenar y descansar y en un entorno donde, además, cuentas con todas las facilidades para el entrenamiento en tu modalidad deportiva. No tienes que hacer la compra, no tienes que cocinar, no tienes que fregar los platos, el baño y los suelos, no tienes que poner lavadoras o cambiar las sábanas, no tienes que atender a pequeños, mayores ni mascotas, no tienes siquiera que desplazarte de ida y vuelta para entrenar. Es despertarte, desayunar en el buffet, ponerte las zapatillas y a correr, ducha, comida, siesta, sesión de tarde, ducha, cena, mirar un poco las redes y al sobre a sobar. Dime si eso es o no un regalo para el cuerpo. Pero, de nuevo, ¿quién puede permitírselo? El equipo Adidas Terrex pone a disposición de sus atletas una casa con todo pagado, en pleno Alpes, los meses previos al evento UTMB. En este caso, paga Adidas, pero, claro, consigue tú entrar en las filas de ese equipazo: Sheila Avilés, Pablo Villa, Abby Hall, Peter Engdahl… la créme de la créme.

Gimnasios y equipamientos caros. Lo hemos dicho antes: más fuerza nos da mayor economía de carrera. No lo dijimos, pero desarrollar la fuerza también previene lesiones. Conviene, pues, ganar fuerza. Y, para ganar fuerza de verdad, debes levantar hierros sí o sí; mucho peso, pocas repeticiones. Peso muerto, sentadilla, hip thrust. En occidente, raro es que no haya un gimnasio bien equipado y a precio razonable en tu barrio; pero no me atrevo a decir lo mismo de países como Uganda o Nepal, por citar algunos de los que participaron en el mundial de Tailandia 2022 y con buenos resultados. También sabemos de la importancia del entrenamiento cruzado: sirve para seguir acumulando volumen sin riesgo de sobrecarga o lesión. Y el entrenamiento cruzado por excelencia para trail runners es la bicicleta, sea en exterior o en interior. Bien, supongo que ya sabes que las bicicletas y tooodo el material específico que requieren (culote, maillot, pedales automáticos, zapatos, casco, medidor de potencia… ) valen un dineral y que, además, la bici debes revisarla y repararla con frecuencia y para siempre, lo que también supone un coste. Es, prácticamente, un deporte de ricos (o una “estafa piramidal”, como dicen los chicos de “Tirada Larga Podcast”… ). También muy habitual en la comunidad trail runner es tirar de rodillo cuando la meteorología no acompaña. Para eso, te hace falta un rodillo, que si, encima, es inteligente, nos vamos a precios desorbitados para una economía doméstica promedio. Y no veas cómo queman neumático los rodillos. Otro coste más. (Estafa piramidal, está claro.)

Nutrición. La comida nos da las piezas con que se construyen nuestros tejidos y la gasolina para funcionar. Aminoácidos esenciales para regenerar músculo, tendones y ligamentos, ácidos grasos esenciales y vitaminas con que se sintetizan hormonas, carbohidratos para rellenar los depósitos de glucógeno, minerales para la función muscular, fibra para tu microbiota intestinal. Por tanto, para recuperar de los entrenos y para asimilar el trabajo realizado en los mismos hacen falta nutrientes de calidad. Hace falta comprar buenos alimentos y, seguramente, suplementos para llegar a las dosis óptimas (que están muy lejos de las mínimas recomendadas). Un o una atleta de élite va a necesitar más proteína, más vitaminas y más minerales. Money, money. Una dieta basada casi exclusivamente en cereales, trigo, maíz, arroz, te va a dar energía y a muy bajo coste, pero un aporte nulo de nutrientes. Hay sí o sí que invertir en nutrición. Por otro lado, en carrera también hay que comer, en este caso, no para obtener nutrientes sino combustible en forma de carbohidratos; pero se trata de poder asimilar cuanto más carbohidrato, mejor. Y, ¿cuáles son los geles de carbohidrato que puedes tolerar sin molestias digestivas hasta 120g/hora? Maurten, la marca más cara.

Medicina de vanguardia. Rafa Nadal tiene una enfermedad en el pie denominada Müller-Weiss, que le provoca fuertes dolores, y esto en un deporte en el que rebotas con violencia una y otra vez sobre tus pies durante hasta tres horas. Tres horas para las que has entrenado durante cientos de horas más, durante las cuales también has rebotado miles de veces sobre tus pies. Mal asunto. A cualquier persona, una enfermedad así supondría un impedimento para seguir practicando deporte, que obligaría a retirarse. Rafa puede costearse un sofisticado tratamiento por radiofrecuencia que relaja temporalmente la actividad de los nervios del pie, reduciendo el dolor. La enfermedad es crónica y el efecto de la radiofrecuencia es temporal, de modo que ha de repetir las sesiones también de forma crónica. Y en cada sesión: a sacar la billetera. Por otro lado, las cirugías y post-operatorios para reconstruir fracturas del ligamento cruzado anterior, tan frecuente en fútbol y deportes donde hay múltiples cambios de dirección, valen un riñón. Estamos hablando de cifras de cuatro ceros. Son sólo dos ejemplos de las cosas que puede hacer la medicina más puntera por ti, si y sólo si puedes pagarla a precio de oro.

Asistencia en carrera. Ya lo hemos dicho: en carrera hay que comer; también hay que beber y reponer electrolitos y también hay que seguir una estrategia más inteligente que la de tus rivales, si quieres acabar por delante de ellos. Según la distancia y condiciones de la prueba, a veces hay también que cambiarse de ropa durante la carrera. Todo eso se hace mejor cuando tienes gente de confianza en los distintos avituallamientos. Esto, lógicamente, es más importante cuantos más avituallamientos haya, lo que ocurre a medida que aumenta la distancia de la prueba. En maratón y para arriba necesitas equipo de apoyo. Imagina: vas sin asistencia, llegas al avituallamiento y no sabes dónde está cada cosa, pierdes tiempo en localizar lo que quieres o, peor, no hay ese alimento y/o esa marca que sabes que te sienta bien. Imagina ahora este otro escenario: vas con asistencia, al llegar al avituallamiento ya te están esperando con exactamente lo que necesitas, que recoges al vuelo sin perder un instante, de una cara conocida y que te da palabras de ánimo y, muy importante, que te da referencias. Te dice tu posición, tus tiempos y los de tus rivales, lo que te permite reajustar tu estrategia de carrera sobre la marcha, según cómo se van comportando tus rivales y cómo está respondiendo hoy tu cuerpo. En fin, asistencia rápida y personalizada y valiosa información sobre tus rivales en tiempo real. Esto, no hay lugar a dudas, marca la diferencia. No hay más que ver los tiempos totales empleados en los avituallamientos en una prueba de casi 20 horas: 11 minutos, en el caso de Mathieu Blanchard en la última Ultra Trail du Mont-Blanc 2022. Ni siquiera representan un 1% del tiempo total de carrera. Esa agilidad fue posible gracias al trabajo impecable de su pareja, quien le asistió en cada uno de los puntos de avituallamiento. Y es un espectáculo ver, en el vídeo que colgaron en redes, cómo el equipo de entrenadores de la RFEA avituallaron a sus atletas en el pasado mundial de Tailandia: uno le cambiaba el cinturón, mientras otro le rellenaba botellas, mientras otro le pasaba un trapo mojado en agua fría por todo el cuerpo. Nada que envidiar a los boxes de F1.

Otro trabajo de equipo, que aún yo sólo he visto en Salomon, pero que estoy seguro de que se va a generalizar, es tener gregarios corriendo para un o una líder. Esto viene del ciclismo, de donde también proviene Greg Vollet, ex-cerebro de la marca de Annecy. La estrategia consiste en tener gente del equipo en cabeza, marcando el ritmo a quien quieres que intente ganar; llegado el momento clave de la carrera, los gregarios dejan paso a el o la líder, que llega con frescura a ese momento crítico, pues no ha tenido más que dejarse llevar por los compañeros.

En resumen, hay sustancias consideradas ilegales, por suponer una ventaja injusta para quienes compiten limpio, pero hay otras sustancias que también mejoran el rendimiento, consideradas legales. ¿Por qué unas no valen y las otras sí? Y hay métodos también legales y que también consiguen mejorar el rendimiento, pero son de acceso restringido: sólo pueden pagarse teniendo muchos ceros en el banco o una marca potente detrás que corra con los gastos. Medicina de vanguardia, suplementos de proteína y vitamina, una cámara de hipoxia en tu casa construida a medida, un equipo que te asiste en carrera… dime tú si eso no potencia el rendimiento. Y dime tú si no es injusto que sólo lo pueda disfrutar un puñado de privilegiados mientras el resto miramos con envidia y con rabia y no podemos más que modernos la lengua.

¿QUÉ RIESGOS PARA LA SALUD CONLLEVAN LAS PEDs?

Están documentados efectos secundarios por el uso continuado de las PEDs. Los anabolizantes causan acné, aumentan presión arterial y perfil de colesterol en sangre. También aumentan el riesgo de cáncer. Y, no sé si más o menos preocupante que eso, los anabolizantes también causan que los hombres desarrollen pechos de mujer y sus testículos se encojan y que las mujeres desarrollen voz de hombre y que su clítoris se engrose. El abuso de EPO (no olvidemos que sirve para aumentar el hematocrito, lo que vuelve la sangre más espesa) provoca trombos en los pulmones, ataque cardíaco e infarto cerebral. Los estimulantes provocan dificultades para conciliar el sueño (lo que a la larga puede degenerar en multitud de patologías), taquicardias, alucinaciones y adicción. Los opiáceos causan náuseas, estreñimiento y adicción también.

¿DEBERÍAN LEGALIZARSE ESTAS SUSTANCIAS?

Puede sonar algo loco, pero legalizar las PEDs podría traer varios beneficios. Uno es que se podría garantizar la calidad y seguridad de las drogas. En el mercado negro no existen los controles que son mandatorios en el legal para asegurar dosis precisas. En el mercado negro tampoco se hacen estudios para ver los efectos a largo plazo del uso de sustancias. La investigación en PEDs, eventualmente, permitiría desarrollar fármacos que no provocaran los efectos secundarios que hemos enumerado hace un instante.

Otro beneficio sería que nos ahorraríamos todos los costes y complicaciones que genera la persecución del dopaje. No habría que pagar personal de la agencia antidopaje que persiga a los y las top 3 tras la carrera para hacer pipí en un frasquito, ni pagar todo el operativo que requiere el sistema de controles sorpresa, ni pagar la propia agencia. Tampoco ocurrirían cosas como quedar fuera de una clasificación para unas finales, que se descubran casos de dopaje entre los primeros de la tabla, que se anulen sus resultados, que entonces quedes dentro de la clasificación, pero que las finales ya hayan pasado. Esto ocurrió en el circuito GTWS a raíz de los casos de Mark Kangogo y Esther Chesang.

Pero el beneficio más importante es que, aunque parezca un contrasentido, con PEDs legales, el deporte de élite podría ser más justo. Whaaat? (Héctor, se te ha ido la pinza o te has pasado con la dosis de Ritalín y estás alucinando… ) Con PEDs legales y baratas, la gente de Kenia, Uganda, Nepal, Tailandia y demás países pobres, podría compensar la falta de esa tecnología de vanguardia que disfruta la gente del mundo occidental. No tendrían cámaras de hipoxia, geles Maurten, suplementos vitamínicos, bicicletas de carbono, rodillos inteligentes o fisioterapia por radiofrecuencia, pero tendrían anabolizantes, antiinflamatorios, estimulantes y demás sustancias dopantes, que simulan los efectos de esa tecnología aeroespacial inasequible. ¿Qué importa si conseguí mayor hematocrito vía estancia en Font Romeu, vía cámara de hipoxia en mi casa o vía EPO? Si es que los tres son métodos artificiales. Con PEDs al alcance de cualquiera, cada quien elegiría qué método o combinación de métodos es más conveniente. En ese escenario hipotético, la clave sería saber encontrar la fórmula precisa que mejor se adecúa a tu perfil.

¿CÓMO DEBERÍAMOS PERSEGUIR EL USO DE SUSTANCIAS?

Si no te convence esta idea loca de legalizar las PEDs para que todo el mundo acceda a métodos para mejorar su rendimiento, sea vía drogas baratas o vía herramientas de precios prohibitivos, entonces toca seguir persiguiendo y sancionando el dopaje. Hay tres sistemas básicos de lucha contra el dopaje. Controles post-carrera, controles sorpresa fuera de competición y pasaporte biológico.

Los controles post-carrera se realizan a los y las top 3 de la prueba, justo al terminar la misma. Antes de que te subas al podio y recibas los aplausos, zas, aparece el personal de la agencia antidopaje y te sigue pegadito a tu culo hasta el baño, donde haces pis en un frasco en su presencia.

Los controles sorpresa son un sistema carísimo. Supone que, en cualquier momento y lugar, lo que puede significar un domingo por la tarde en pretemporada, que estás en el jardín con tu familia, por decir algo, puede aparecer personal de la agencia y, de nuevo, paseíto hasta el baño a rellenar el susodicho frasco.

El sistema de pasaporte biológico es, quizás, el que tiene mejor relación calidad/precio. Los y las atletas se comprometen a hacerse análisis de sangre periódicos, de manera que se puede ver la evolución a lo largo de todo el año y no sólo en torno a la competición clave. Lo que se mira en sangre son (1) hormonas esteroideas, básicamente, testosterona, y (2) hematología, básicamente, hematocrito. Si la testosterona se pone milagrosamente por las nubes entre un análisis y el siguiente, trampa; es imposible aumentarla tanto por medios naturales, como mejor sueño, suficiente aporte de ácidos grasos esenciales en la dieta y ejercicio de fuerza. Si el hematocrito está siempre por las nubes, análisis tras análisis, con independencia de que hayas tenido semanas de carga o de impacto o de varias competiciones seguidas, trampa; los glóbulos rojos descienden tras esfuerzos grandes.

Aterrizando esto al mundo del trail, ¿qué veo yo razonable implementar? Los controles post-carrera valen miles de euros. En la carrera Canfranc Canfranc 2022, que acogió las copas del mundo de KV y de modalidad classic gastó unos 4-5000€ en testar los tops masculino y femenino en ambas modalidades. Eso no es mucho para carreras que gastan 40-50.000€ en la retransmisión en directo; carreras, lógicamente, muy grandes. Pero no creo que sea asequible para la carrera de tu pueblo, cuyo presupuesto total serán esos 4-5000€, con los que se ha de pagar dorsales, cronometraje, etc. O sea, el control post-carrera sería factible para pruebas de cierta envergadura.

Pero, no sólo es que puedan o no costearlos, es que cabe preguntarse si deben. Honestamente, ¿qué importa que quienes ganan la carrera de tu pueblo vayan hasta las cejas de anabolizantes y anfetas? Peor para ellos, se están engañando (y poniendo en riesgo su salud). Yo creo que quienes deben poner controles son las carreras donde (1) hay una buena suma de dinero en juego y/o (2) carreras con gran exposición o prestigio, cosas que también se traducen en dinero en el medio plazo. Si ganas la OCC, por poner un ejemplo, te va a ver medio mundo, lo que incluye gente de Hoka, Adidas, The North Face, Asics, Brooks, etc., que te pueden ofrecer un jugoso contrato para entrar en sus filas. Lo mismo si consigues una medalla en un campeonato del mundo. Yo veo razonable que en ese tipo de pruebas haya controles. Por cierto, si las hubo en Sierre-Zinal fue precisamente porque la carrera forma parte, además del circuito Golden Trail, del circuito de la WMRA.

CONCLUSIÓN

Si hubiese una sustancia o método a tu alcance que te ayuda a mejorar tu rendimiento, ¿dirías que no? ¿A quién no le gusta estar más fuerte? El problema radica en que algunas sustancias se consideran ilegales. Y es que funcionan de verdad y, por tanto, dan una ventaja a quienes las toman, respecto de quienes no las toman. Tomarlas es, pues, hacer trampa. Una cuestión que hemos examinado aquí es si esas sustancias son o no muy diferentes de otras sí permitidas y de otros métodos, también muy efectivos, también permitidos, pero sólo asequibles para una élite. ¿Por qué puedo tomarme 400mg de cafeína, pero no anfetamina? ¿Por qué puedo tomar codeína, pero no morfina? Y, más intrigante aún, ¿por qué puedo aumentar mi EPO en una cámara de hipoxia, pero no inyectándomela? ¿Por qué puedo tener un equipo que me asiste en carrera, pero no tomar corticoesteroides? Sinceramente, me parece muy injusto que un puñado de gente privilegiada, que necesariamente vive en el mundo occidental, pueda permitirse nutrición de precisión, gimnasio 100% equipado, bicicleta de carbono, estancias en altura y staff en carrera que le aporta 120g de carbohidrato/hora y le da ánimos y referencias, y que el resto, que viene de países como Uganda o Nepal, tenga que apañarse con una pista de tierra para entrenar, harina de maíz y arroz para comer, tenga que combinar deporte con trabajo en la granja y la huerta y sea señalada y sancionada por tomar antiinflamatorios para poder entrenar. No sé si lo he pintado muy dramático, pero esto mismo es lo que le ha pasado a Esther Chesang, desposeída de su primer puesto en Sierre-Zinal 2022, por habérsele detectado presencia de corticoesteroides en la fase pre-competitiva, meses antes de la prueba alpina. Esther no tiene agua caliente, calefacción ni fibra óptica en su casa; mucho menos una cámara de hipoxia como la de Evenpoel. ¿Y si legalizáramos las PEDs? ¿No sería eso, paradójicamente, más justo? No tengo la respuesta definitiva a este debate, pero espero haber aportado elementos de juicio. Hala, os dejo pensando…

Corresendas, espero que hayas aprendido y disfrutado a partes iguales. Si fue así, agradezco que te suscribas, comentes, valores y/o compartas y que me sigas en Instagram, en el perfil correrporsenderos, todo junto.

Nos encontramos aquí en siete días, si no antes por el monte. Hala, a pisar sendas! (pero habiendo tomado café, no hasta las orejas de anabolizantes… )

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