Episodio 65. 1:59:59. ¿Es posible en maratón oficial?

Autor: Héctor García Rodicio https://www.instagram.com/correrporsenderos/


En 1991, el fisiólogo Michael Joyner, experto en rendimiento deportivo, calculó el tiempo en que sería humanamente posible hacer un maratón de asfalto oficial: 1h 57’ 58’’. Treinta y dos años después, contamos con una plusmarca sideral, las 2h 01 09 de Eliud Kipchoge en Berlín, y con un registro por debajo de las dos horas, 1h 59 40, también de Kipchoge, pero éste logrado en condiciones ideales no reglamentarias. Aun siendo un tiempo inalcanzable para el 99,99% de la comunidad runner, élite incluida, las 2h 01 09 están todavía a tres minutos de la marca que fijara Joyner, de manera no sé si visionaria o delirante... Esto es lo que nos planteamos hoy. Nos venimos arriba y, ambiciosos, abordamos la siguiente cuestión: ¿es posible bajar de dos horas en un maratón de asfalto oficial? ¿Estaba Joyner harto de vino cuando formuló aquella atrevida predicción? Para resolverla vamos a tener que ir por partes. Primero, habrá que determinar qué hace falta para alcanzar dicho registro. Y me estoy refiriendo a cualidades que ha de reunir el atleta, por un lado, y, por otro, a factores extrínsecos, como el recorrido, las zapatillas, la nutrición o las condiciones ambientales. Hecho eso, podremos diseccionar los tres intentos de Kipchoge, los de Monza, Viena y Berlín 2022: analizaremos (a) cuántas de las condiciones fisiológicas y de los factores extrínsecos se cumplieron en esos intentos, (b) qué elementos faltaron, si es que faltó alguno, y, en definitiva, (c) si los cálculos de Joyner son una fantasía sobre el papel, que lo aguanta todo, o son un pronóstico razonable, que veremos realizarse más pronto que tarde (tal vez, quién sabe, este domingo 23 de septiembre de 2023).

Como viene siendo, ya, marca de la casa en este podcast, hay muchas preguntas que resolver y poco tiempo que perder. Así pues, sin más dilación, vamos al turrón.

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¿QUÉ CONDICIONES DEBE REUNIR EL ATLETA SUB2?

En su artículo de 1991, Joyner identificó los tres parámetros fisiológicos determinantes del rendimiento en carrera a pie de larga distancia: vo2max, umbral de lactato y economía de carrera. Esa, en apariencia, simple ecuación, compone lo que hoy se considera el “classic model of endurance running performance” (o, en español, “modelo clásico del rendimiento en carrera de fondo”). De esos tres únicos elementos, a la postre, dependería que la maratón se corra en 2h 06’ 50’’, el récord vigente cuando Joyner hizo su mítica estimación, o en 1h 57’ 58’’, que es el tiempo que estimó. Entonces, ¿qué son exactamente el vo2max, el umbral de lactato y la economía de carrera, que ese atleta ideal debería desarrollar hasta niveles óptimos? Y, más interesante todavía, ¿de qué depende que ese atleta hipotético llegue o no a desarrollar esos niveles óptimos en los parámetros en cuestión? Vayamos por partes: primero, vamos a definir los parámetros clave, luego vamos a explicar los factores de los que depende su desarrollo.

Parámetros clave

A decir verdad, ya hemos hablado de vo2max, umbral de lactato y economía de carrera en varias ocasiones. De hecho, en el episodio 26 analizamos en profundidad el “modelo clásico del rendimiento en carrera de fondo” y nos preguntamos en qué medida se podía aplicar a la carrera por montaña. Pero, para ahorrarte el tener que parar este episodio, acudir al citado episodio 26, pararlo cuando ya hayan quedado explicadas las tres variables fisiológicas clave y regresar al presente episodio en este mismo punto, pues explico brevemente, otra vez, a qué se refieren vo2max, umbral de lactato y economía de carrera.

El vo2max es la cantidad máxima de oxígeno que podemos absorber, transportar y utilizar en las células del sistema músculo-esquelético. Es nuestro consumo máximo de oxígeno durante un esfuerzo físico, el tope o techo de nuestro metabolismo aeróbico. Se mide en mililitros por minuto por kilo de peso corporal. En atletas hombres entrenados, se observan consumos de 60-65ml·min·kg. Consumos de 70-75 son ya de maratonistas o ciclistas profesionales. Todo lo que suba de 80 es nivel top. Joyner calculó que, para esa marca teórica de 1h 57 58, sería necesario un vo2max de 84ml·min·kg. El vo2max, a su vez, depende de tu capacidad cardíaca y pulmonar, de tus valores de hematocrito, hemoglobina y volumen plasmático y de tu masa y función mitocondrial, en el músculo.

El umbral de lactato es la fracción del vo2max que puedes sostener durante tiempo prolongado. En concreto, es la máxima potencia que puedes mantener, antes de que los niveles de lactato se disparen. Sabemos por episodios anteriores que, según aumenta la intensidad del ejercicio, la participación de nuestros distintos metabolismos o motores va cambiando. En intensidades bajas y moderadas, el metabolismo oxidativo de las grasas es predominante y va cediendo terreno al metabolismo glucolítico, según la intensidad se vuelve moderada-alta y alta. El metabolismo glucolítico genera dos productos: lactato e iones de hidrógeno. El lactato se puede reciclar en energía en la mitocondria de las fibras musculares lentas. Pero, si la intensidad es muy alta, la glucólisis trabaja a gran nivel y sus productos se generan a una velocidad que supera la capacidad de reciclado, produciéndose una lactacidemia que impide la contracción muscular. El umbral de lactato es ese “sweet spot”, ese punto dulce, donde la glucólisis está trabajando a gran nivel, para sostener la alta intensidad, pero sin que se desmadre la producción de lactato, por encima de lo que puede ser reciclado. A efectos prácticos, el umbral de lactato es tu vo2max efectivo, el que puedes realmente utilizar a lo largo de un 10k, si eres amateur, o a lo largo de los 42k y 195m del maratón, si eres pro. Joyner calculó que, para lograr esa soñada marca sub-2h en maratón, el umbral de lactato debería situarse al 85% del vo2max. Haciendo una regla de tres, podemos ver que, según Joyner, el atleta que baje de 2h en maratón, deberá estar consumiendo 72ml·min·kg durante cada uno de esos casi 120 minutos.

El tercer parámetro fisiológico clave, la economía de carrera, es la cantidad de oxígeno que necesitas para recorrer una distancia equis o para llevar un ritmo equis. Es, en una palabra, lo que gasta tu cuerpo para moverse. Lógicamente, cuanto menos gastes, cuanto menos te cueste dar cada zancada, más rápido podrás correr por más tiempo. Para entendernos, siendo muy económicos, cada ml de O2 consumido dará para hacer más trabajo. Una técnica de carrera depurada y limpia, un tendón de Aquiles largo con mucho stiffness, muy responsivo, unas pantorrillas delgadas y ligeras, unos cuádriceps y glúteos fuertes, un peso corporal y de las zapatillas bajos, todas esas cosas hacen que puedas correr con menos esfuerzo. Un correr económico, estamos diciendo, es hacer más con menos. Pongamos cifras concretas, para entenderlo mejor. Para Kipchoge, correr a 3’30/k es ir a ritmo aeróbico, es un rodaje fácil, que podría sostener tres horas sin despeinarse. No le cuesta ir a 3’30. Para ti o para mí, correr a 3’30 es ritmo 1500 o, con suerte, ritmo 5k. Es, prácticamente, ir a tope, es muy costoso. Es un ritmo que nos reclama el 95 o 100% de nuestro vo2max. A Kipchoge, ritmo 3’30 le está reclamando sólo el 65% de su vo2max. Esa gran economía de carrera de Kipchoge posibilita que el ritmo al 85% de su vo2max, el ritmo umbral, sea altísimo: de en torno a 2’55. De hecho, sus 2h 01 09 las hizo a ritmo promedio de 2’52/k.

Factores en el desarrollo de los parámetros clave

Sabiendo que, para correr la maratón en tiempos récord, hace falta tener un motor grande, una capacidad para llevarlo cerca del límite durante mucho tiempo y, sobre todo, una excepcional economía, que es la que hace posible que esos ritmos tan altos sean sostenibles, la cuestión ahora es ¿de qué depende todo eso? Yo he juntado seis factores.

Sexo. En promedio, los hombres tienen vo2max superiores a los de las mujeres. Por lo general, los vo2max de las mujeres son un 25% inferiores a los de los hombres. Por ejemplo, si el mayor consumo máximo jamás registrado en hombres es de 96, por el ciclista noruego Oskar Svendsen; el mayor registrado en mujeres es de 78, por la maratonista norteamericana Joan Benoit. Así pues, el maratonista sub2 de Joyner tendrá que ser hombre.

Edad. Con la edad, incluso si entrenas, el vo2max va disminuyendo. Pero, a cambio, el umbral de lactato y la economía de carrera van mejorando. Por consiguiente, el atleta ideal que andamos buscando, tendrá que estar en la treintena. No será un veinteañero, con mucha potencia, pero con un umbral y una economía aún por desarrollar. No será un cuarentón, que habrá desarrollado mucho su umbral y su economía, pero que habrá experimentado pérdidas en el vo2max ya relevantes. En la treintena para tener lo mejor de los dos mundos.

Historial de entrenamiento. El maratonista sub2 será uno que mantiene volúmenes semanales brutales, de entre 150 y 200k, pero que, además, acumula años y años de entrenamiento y, en general, de actividad física. Hace un momento hablábamos de la edad, de los años. En realidad, no son tan importantes los años que pasan sino lo que pasa en esos años. Obviamente, para alcanzar esos umbral de lactato y economía excelentes, hay que acumular volumen suficiente, es decir, mucho volumen. ¿Cómo es posible que Jakob Ingebrigtsen esté arrasando en medio-fondo, en términos de medallas de oro en campeonatos, juegos y ligas y tiempos récord, teniendo apenas 22 años? Una primera explicación es que, en el 1500, el 3mil o el 5mil, distancias en que compite Jakob, el vo2max pesa mucho más que en larga distancia. Pero, más importante, es que el amigo Jakob lleva entrenando como un profesional desde los 10 años de edad. O sea, para lograr lo que está logrando hoy, a los 22 años, lleva 12 años picando piedra, sembrando y sembrando para cosechar ahora. Nuestro maratonista ideal tendrá al menos 10 años de entrenamiento de alto volumen y habrá acumulado unas 10mil horas de práctica (por cierto, si te interesa conocer la historia de este número -aparentemente- mágico, ve al episodio 18).

Altitud. Entrenar en altura (lo sabemos por el episodio 47) mejora el transporte de oxígeno. No sólo porque aumenta el número de glóbulos rojos y su hemoglobina, que también, sino además porque hace más eficiente la captación de oxígeno por los pulmones y su transferencia a la sangre. Si has sido gestado y has nacido y te has criado en regiones altas, por encima de los 2000 y en torno a los 2500msnm, esas adaptaciones son permanentes. Como siempre, no sé en qué medida podemos tomarlo como ejemplo, porque ya hemos dicho que nació en otro planeta de otra galaxia, pero Kilian Jornet sigue rindiendo en carreras como Sierre-Zinal, que transcurre por encima de los 2000m la mitad del recorrido, o Hard Rock, que sale a 2700m y alcanza en ocho tramos los 4000, pese a llevar años viviendo en Noruega, a nivel del mar. Y es que Kilian se crio en el refugio Cap del Rec, en La Cerdanya, a 2000m de altura, pasó sus años universitarios en Font Romeu, a 1800, y, de ahí, se mudó a Chamonix, donde vivió años hasta trasladarse a Noruega. El maratonista que rompa la barrera de las 2h, habrá nacido en altitud.

Anatomía. Al hablar de economía de carrera, apuntamos algunos de los factores que la determinan, como la fuerza muscular o la técnica. Esas cosas se pueden trabajar y mejorar. Otras, sin embargo, nos vienen dadas. Unas piernas largas y, sobre todo, delgadas por debajo de la rodilla, son cruciales para una buena economía de carrera. Piensa en las ruedas de una bicicleta de carretera y compáralas con las de una de montaña o las de una fat-bike. Se ve claro, ¿verdad? Nuestro maratonista sub2 tendrá un par de piernas finas como alfileres.

Mentalidad. Es necesaria una mentalidad fuerte para, primero, mantener un régimen de vida espartano, consistente en correr, comer, descansar, repetir. También es necesaria una mentalidad fuerte para afrontar esas semanas de 200k y donde se corre seis de los siete días. Ese régimen de entrenamiento monótono y de altos kilometrajes, mantenido durante años y lustros, es el que permitirá desarrollar los vo2max, umbral y economía que identificamos como pilares del rendimiento en maratón. Por último, el día de la maratón, también hace falta mentalidad fuerte: es necesario ser ambicioso, e ir a por todas, y ser resistente y aguantar, cuando golpee “el tío del mazo”. O sea, la mente es, en última instancia, la que posibilita expresar, o no, nuestras capacidades en carrera. El maratonista sub2 que andamos buscando tendrá una mente indestructible.

¿QUÉ FACTORES EXTRÍNSECOS DEBE REUNIR LA PRUEBA?

Circuito. Por cuestiones de economía de carrera, el recorrido habrá de ser lo más plano posible: las cuestas, obviamente, cuestan más que el llano, en términos de gasto energético. Idealmente, tendrá también el menor número de curvas y lo menos cerradas posible. Giros de 90º te frenan, y no digamos los de 180. Por cuestiones también de economía de carrera, el circuito estará en una ciudad y una fecha donde haga poca temperatura y humedad. Un ambiente sofocante te demanda un mayor esfuerzo para termorregular; esfuerzo que desvías de lo que más importa aquí: correr como un caballo purasangre. Por último, el viento en contra también perjudica la economía de carrera, por lo que buscamos un lugar sin vientos. Por cuestiones de vo2max, la ciudad que aloje el circuito estará lo más cerca posible del nivel del mar. A medida que ascendemos altitud y nos alejamos del nivel del mar, la disponibilidad de oxígeno es menor y, en consecuencia, también es menor el aporte de nutrientes al músculo, para que haga su trabajo. En fin, para ese maratón sub2, buscamos un circuito plano, sin curvas cerradas, sin viento, que esté fresco y a nivel del mar.

Tecnología. Existen dos desarrollos tecnológicos que, sin lugar a dudas, suponen una ventaja para el rendimiento en carrera de fondo: zapatillas y nutrición. Respecto a las zapatillas, no sólo es que Nike anuncie un ahorro en la economía de carrera del 4% con sus Vaporfly, es que la ciencia lo ha demostrado ya. Precisamente un equipo de investigación español, de la UCLM, y donde están Fernando González-Mohíno y Víctor Rodrigo-Carranza, han realizado estudios en 2022 y 2023 donde han encontrado: (1) que los tiempos en pruebas de asfalto entre los años 2015 y 2019 han mejorado en la élite, entre quienes usan super-shoes, (2) que las super-shoes mejoran el rendimiento un 2.4% en workouts de tipo 5x1000 y con un esfuerzo percibido menor, respecto a zapas normales, y (3) que el beneficio de las super-shoes se debe al stiffness longitudinal de la media-suela, que reforzaría el mecanismo de energía elástica potencial del combo arco plantar y Aquiles; vamos, que mejoran la economía de carrera.

Respecto a la nutrición, en el episodio dedicado a los geles de carbohidrato (episodio 42, por si te interesa) ya aprendimos que en esta materia también ha habido una revolución. No hace mucho que los corredores están logrando meter 90g de carbos a la hora, o incluso más. Ingestas elevadas de carbos permiten, entre otras cosas, sostener una intensidad del 85% de nuestro vo2max. Estar tan cerca de tu techo y mantenerte ahí, como no puede ser de otro modo, recluta el metabolismo glucolítico, basado (ya lo dice el nombre) en el consumo de glucosa. Y, como la glucosa endógena (el glucógeno muscular y hepático) es limitada, hay que suplementar: meter carbos vía isotónico y geles, a razón de 30g cada 20 minutos. Alcanzar unas ingestas así sólo es posible con productos de alta tecnología, como los de Maurten. Y, quizás, sea necesario también hacer un bloque de entrenamiento usando medidores continuos de glucosa, para saber cómo responde tu cuerpo a las ingestas de carbos y/o a la alta intensidad. Hala, más tecnología pa’ la saca. Es posible que, durante ese bloque de entrenamiento, convenga también suplementar con creatina, que ayuda en la recuperación muscular. Y, el día de la carrera, es seguro que el uso de cafeína y bicarbonato pueda ayudar, pero, para esto último, de nuevo hacen falta productos de alta tecnología, porque las dosis efectivas son también muy arriesgadas, en términos de molestias gastrointestinales.

En fin, ese hipotético maratonista sub2 tendrá que usar super-shoes, zapatillas con media-suela reactiva y placa de carbono, y suplementación nutricional, mínimo isotónico y/o geles, durante carrera, y, seguramente también, creatina durante el bloque de preparación. Todo muy hi-tech…

Liebres. Ir acoplado a un pelotón, que haya otros delante que tiren del grupo, es una ayuda. Lo es, primeramente, por una cuestión física: te cortan el aire que pueda venir de frente. Lo es también por una cuestión psicológica: marcan un ritmo fuerte, que yendo tú solo no llevarías, porque está un puntito por encima de lo que crees sostenible. Sea por razones aerodinámicas o psicológicas, que haya pacers tirando del carro es una ayuda. La prueba es que, por lo general, cuantos más kilómetros aguantan las liebres, mejores registros logran quienes luego hacen podio. En nuestra carrera breaking2, habrá liebres cortando el aire y marcando el ritmo.

Incentivos. Por lo que he podido recabar en internet, ganar el maratón de Berlín te otorga unos 50mil euros; hacer récord del circuito, otros 50mil. Por tanto, Kipchoge se embolsó en 2022 unos merecidos 100mil euros. En el caso particular de Eliud, no sé cuánta motivación le dio el saber que podría conseguir sendos estipendios (creo que Kipchoge está, ya, por encima de esas cuestiones terrenales; además de que es millonario, claro); pero, en general, entiendo que el dinero es un incentivo, sobre todo para la gente de Kenia, Etiopía o Uganda. Aparte, que haya público animando, un circuito enteramente abarrotado de fans, creo que puede suponer otro plus. Y lo creo por experiencia: no falla, por reventado que vayas en una subida, cuando escuchas esas bocinas y esos “vamooos”, “ánimo”, “venga campeón”, te vienes arriba, te quede lo que te quede en el tanque. La maratón ideal que estamos conjeturando tendrá incentivos en forma de generosos premios económicos y masa de fans entregada.

¿QUÉ CONDICIONES SE CUMPLIERON EN LOS INTENTOS DE KIPCHOGE?

Bien, ya conocemos las condiciones o variables que debe reunir nuestro maratonista sub2 y, también, las condiciones que deberá reunir la prueba donde ese maratonista desplegará su potencial. O sea, ya tenemos la ecuación del éxito. Ahora es momento de analizar cuántos de los elementos de la ecuación estuvieron presentes y cuántos faltaron en los tres intentos de Kipchoge, el de Monza 2017 (como parte del proyecto Breaking2 de Nike), el de Viena 2019 (como parte del proyecto 1:59 de Ineos) y el de Berlín 2022 (en carrera oficial, donde consiguió el récord masculino vigente, con 2h 01 09). Primero tendremos que analizar las variables individuales, antes de entrar en las contextuales. Quiero decir, primero tenemos que ver cuántas de las variables fisiológicas, anatómicas y de entrenamiento, que hemos considerado críticas, reúne Kipchoge. Luego ya podremos ir, intento a intento, comprobando cuántos de los elementos externos al maratonista se dieron en cada uno: Monza, Viena, Berlín 2022.

 

Eliud Kipchoge. En cierta charla privada con Dylan Bowman, ultrarunner y podcaster en The Freetrail Podcast, uno de los creadores de Strava le confesó a Dylan: “me encantaría tener los datos Strava de dos atletas: Courtney Dauwalter y Eliud Kipchoge”. Como es habitual entre la élite, sus datos de entrenamiento y de rendimiento, o la mayoría de ellos, son secretos. Mucho se ha especulado sobre los valores fisiológicos de Eliud, pero las especulaciones más concienzudas y acertadas, en mi opinión, las encontré en el blog de I-N-S-C-Y-D, que es un software de entrenamiento parecido a TrainingPeaks. En el artículo en cuestión, le calculan a Eliud un vo2max de 78ml·min·kg, un umbral al 92% de dicho consumo máximo y una economía de carrera dos puntos por debajo de lo que es habitual en maratonistas. Así pues, en valores fisiológicos, Kipchoge clava lo que proponía Joyner: sostener un consumo de 72ml/min la maratón entera (el 92% de 78 da 72).

Kipchoge tiene también muchas de las otras condiciones de las que hablamos en el primer apartado. Respecto a la edad, la Wikipedia dice que nació en noviembre de 1984, por lo que ahora mismo tiene 38 años. Esa edad sería un buen punto medio entre la juventud, necesaria para conservar tu vo2max pico, y la experiencia, necesaria para elevar a tope el umbral de lactato. En cuanto a su anatomía y su transporte de oxígeno, Kipchoge es de la tribu kalenjin, lo que significa que tiene piernas largas y delgadas y que ha sido gestado, se ha criado y entrena por encima de los 2000msnm, en la región del Rift, en la frontera entre Kenia y Uganda. Respecto a su régimen de entrenamiento, sobre eso sí que hay números, más o menos oficiales, y se sabe que entrena seis días a la semana, haciendo volúmenes de en torno a 200k/semana. Su vida de lunes a sábado es casi monacal: entrenar, comer, descansar y relacionarse únicamente con su entrenador y sus compañeros de training camp. Los domingos son el único momento cuando va a su casa y ve a su familia. La mentalidad fuerte de Eliud, junto con su excepcional economía de carrera y un vo2max también superior a lo que es normal entre maratonistas, es otra de sus peculiaridades y su seña de identidad. Kipchoge es disciplinado como el que más, resiste el dolor como nadie (véase, por ejemplo, lo que hizo en Boston 2023: correr hasta el final, pese a sufrir un pinchazo en el K30, debido a un problema en su muslo izquierdo), confía en sus capacidades y es ambicioso. En fin, en cuestión de cabeza, lo tiene todo.

En resumen, por lo que se refiere a variables individuales, Eliud Kipchoge reúne todas las condiciones para ser nuestro maratonista sub2 en carrera oficial. ¿Cuáles de las condiciones contextuales ideales se cumplieron en Monza, Viena y Berlín 2022, que explican sus éxitos y fracasos, en el intento de bajar de la barrera de las 2h?

Monza. En torno al año 2017, la marca de zapatillas Nike le encargó al científico del deporte, Brad Wilkins, llevar a cabo el proyecto Breaking2. (Por cierto, el director de tesis de Brad fue Michael Joyner, autor de la predicción que estamos discutiendo hoy.) Wilkins tenía que reunir un grupo de expertos, científicos y entrenadores, con los que identificar, primero, y preparar, después, a los tres atletas en condiciones de bajar de las 2h en maratón. Se le permitía romper algunas de las normas de las pruebas oficiales y se le proporcionaron las primeras super-shoes, las ya míticas Vaporfly, pues marcaron el punto de inflexión y explican el panorama actual, donde no hay carrera de asfalto, élite o popular, donde no se usen zapas con media-suela reactiva y placa por el 90% del pelotón. Wilkins y su equipo eligieron a Lelisa Desisa, el más jovencito y con el mayor vo2max jamás registrado por los científicos del proyecto, a Zersenay Tadese, entonces récordman en media maratón y con un umbral de lactato súper alto, y a Eliud Kipchoge, con la mejor economía de carrera que habían visto nunca. Wilkins y su equipo eligieron también el circuito de automovilismo de Monza, donde se ha registrado la vuelta más rápida en F1, eligieron comenzar la carrera a las 5am, cuando hacía temperatura fresca, y eligieron poner a tres liebres delante, que se irían cambiando cada vuelta, para que pudieran mantener su labor durante los 42K. Por último, me consta que Maurten, que ya colaboró con Adidas en un proyecto parecido con atletas etíopes, participó también aquí, en el Breaking2 de Nike. Así pues, Kipchoge contó con suministro exógeno de carbohidratos de primera calidad en toda la carrera. Un asistente, montado en bici eléctrica, le fue entregando periódicamente botellas de isotónico. ¿Resultado en Monza 2017? 2h 00 25. Kipchoge se quedó a 26 segundos de romper la barrera. ¿Faltó alguna de las condiciones clave que recopilamos? Está todo, salvo, quizás, dos pequeños detalles, que explican el cortito margen que faltó para romper la barrera: uno, las Vaporfly eran la primera versión, versiones posteriores mejoraron aún más su capacidad para potenciar economía de carrera; dos, el drafting o facilitación aerodinámica que proporcionaron las liebres pudo ser mejor, pues eran sólo tres en línea, formando una barrera pequeña. La ausencia de público animando, quizás, fue otra de las limitaciones.

Viena. Imagino que, si vives en este planeta, y más si te gusta el mundillo del running, sea de asfalto, montaña o ambos, sabes que, a finales de 2019, Eliud Kipchoge se convirtió en la primera persona en correr por debajo de 2h el maratón; maratón, eso sí, no oficial. En Viena marcó un registro de 1h 59’ 40”. ¿Cómo fue posible? Se repitieron todas las cosas que ya se hicieron bien en Monza. Se eligió al mejor maratonista de la historia, Kipchoge, un circuito sin curvas cerradas, un día y una hora con temperatura fresca, suplementar con carbohidratos toda la carrera, emplear liebres. ¿Qué cambió? Justo los flecos que quedaron por cortar en Monza: unas Vaporfly renovadas, ahora con cámaras de aire y con triple placa de carbono (tres láminas superpuestas, que multiplican el efecto facilitador); y una configuración de las liebres mejorada, no tres en fila sino cinco liebres en forma de flecha invertida. Ah, y hubo público.

Berlín 2022. El circuito de la maratón de Berlín es, hasta la fecha, el más rápido del mundo (me encantaría que Valencia le arrebatase esa distinción y, si se repite con frecuencia lo de Kiptum y Beriso en 2022, lo va a conseguir seguro… ). Berlín es bastante plano, apenas tiene giros y está a 34msnm, una minucia. De hecho, en categoría masculina, antes de 2022, tenía los mejores registros: 2h 01 39 de Kipchoge, 2h 01 41 de la leyenda del fondo, Kenenisa Bekele. En 2022, Kipchoge regresó a Berlín, su carrera fetiche; carrera donde ha corrido cinco veces, ganando cuatro de ellas. En 2022 hizo un tiempazo, actual récord del mundo: 2h 01 09. Tiempazo, pero a un minuto y pico de bajar de 2h y a minuto y medio de su registro en Viena. ¿Cómo se puede explicar la diferencia? Yo apuntaría a tres factores. Primero, la carrera salió a las 9:15 de la mañana y terminó sobre las 11:15 en septiembre; pudo hacer calor excesivo. Segundo, Eliud usó unas super-shoes, las Alphafly, que, si bien son mejores que las Vaporfly versión 1 de Monza, no son las tri-placa de Viena, no reglamentarias. Tercero, las liebres lo abandonaron, pasado el K25. Ni pudieron marcarle el ritmo, ni pudieron hacerle drafting.

¿FUE EL CÁLCULO DE JOYNER CIENCIA-DURA O CIENCIA-FICCIÓN?

Considerando todo lo dicho y razonado hasta aquí, creo que bajar de 2h en maratón oficial no es posible, sinceramente. No es posible porque, con condiciones razonablemente buenas, Berlín 2022 acabó en 2h 01 09. Berlín 2022 tuvo al mejor maratonista, con mentalidad indestructible, con valores en vo2max y economía de carrera de los mejores conocidos en esta distancia y que había entrenado religiosa e ininterrumpidamente durante la temporada y las 10 anteriores para rendir; entrenamiento, además, en altura, los 2500msnm de Kaptagat. Kipchoge corrió, además, con las mejores zapatillas que el reglamento permite y perfectamente avituallado de isotónico de Maurten durante todo el recorrido. Si la carrera comenzase de madrugada, para garantizar temperatura fresca, y, sobre todo, si las liebres pudieran aguantar hasta el K30-35-40, entonces sí cabría hablar de sub2 en prueba oficial. ¿Te imaginas a Kevin Kiptum haciendo de liebre a Kipchoge o al revés? Pero, como la carrera empieza tarde, para poder tener audiencia televisiva, y como las liebres no se pueden ir rotando y como los pocos que pueden correr a ritmo Kipchoge de principio a fin, gente como Kiptum, prefieren correr a hacer de liebres, porque haciendo podio ganan mucho más dinero que como liebres, pues insisto: mi opinión es que el sub2 en prueba oficial es imposible. (Igual hay sorpresa este domingo y tengo que comerme mis palabras… No me importaría, la verdad.)

CONCLUSIÓN

Hace treinta y dos años, Michael Joyner predijo que el maratón se podía correr una pizca por debajo de 1h 58’ en prueba oficial. Él consideró solamente variables fisiológicas, que resulta que Eliud Kipchoge cumple punto por punto: gran vo2max, gran umbral de lactato, gran economía de carrera. Eliud, además, cuenta con super-shoes, suplementación hi-tech de carbohidrato todo el recorrido y una mente a prueba de bomba nuclear, además de un hambre insaciable de seguir batiéndose a sí mismo y romper marcas, para demostrar que “no human is limited”. Pero, aún con todo, está a 70 segundos de romper la barrera de las 2h en maratón oficial. Y es que la temperatura ambiente fresca, exceder los límites que impone WA en materia de zapatillas (con máximo una placa y máxima altura de 4cm) y, sobre todo, contar con el drafting y el efecto “gancho” de las liebres son factores determinantes, los que dan ese pequeño, pero, crucial, plus, pero que no se cumplen en carrera oficial. ¿Qué veremos este domingo en Berlín? Espectáculo, seguro. ¿El crono del ganador marcando un registro que empieza por 01 y sigue por cincuenta y pico? Lo dudo mucho.

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Nos encontramos aquí en unos días, si no antes por el monte. Hala, a pisar sendas (con el vo2max que tengas, sea de 78, como el de Kipchoge, o de la mitad, no importa).

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