Episodio 75. ¿No tienes tiempo para entrenar? Ocho trucos para ser más eficiente
Autor: Héctor García Rodicio https://www.instagram.com/correrporsenderos/
No me lo digas: vas todo el día con el agua al cuello. Has
de hacer malabarismos, piruetas y triples saltos mortales para cuadrar tu
agenda y resolver los mil frentes que tienes abiertos. El trabajo, la casa, la
revisión del coche, mascotas y personas a tu cargo, gestiones con compañías de
telecomunicación, de seguros o con la administración, relaciones sociales… Ah,
se me olvidaba, y entrenar. Hay que entrenar, si quieres rendir o quieres
completar con solvencia o, al menos, no morir en el intento, en esa carrera en
junio, a la que te apuntaste con tanta ilusión. Te hace ilusión porque es tu
primera maratón por montaña, la distancia reina del atletismo: 42 kilómetros;
en este caso, además, con 2500m de desnivel positivo y otros tantos negativos.
Pero, claro, para recoger, hay que sembrar primero. O, como se dice en España: “quien
algo quiere, algo le cuesta”. O, si prefieres, como también se dice por este
lado del atlántico en habla hispana: “no se puede llegar y besar el Santo”.
Para poder hacer esa maratón por montaña con garantías, hay que llevar a cabo
la preparación pertinente, con todos y cada uno de los entrenos que implica.
Así pues, tenemos un dilema: hay que sacar los entrenos, pero no hay de dónde
sacar el tiempo en esta agenda más apretada que una entrada a meta en
Sierre-Zinal.
Si éste es tu caso, si no encuentras tiempo para entrenar,
en el episodio de hoy propongo dos cosas útiles para mitigar el problema. Por
un lado, propongo un ejercicio de auto-examen: preguntarnos por qué no tenemos
tiempo para entrenar. Y es que, responder esa pregunta fundamental, nos puede
ayudar a sacar más tiempo en el día y la semana para nuestros entrenos.
Resuelto eso, propondré ocho tips and tricks para que ese tiempo, que
finalmente podemos dedicar a los entrenos, sea más productivo. Consejos y
trucos para que, incluso sesiones de 30 minutos, sean efectivas, dándonos las
tan ansiadas adaptaciones que nos permitirán terminar la carrera, de una pieza,
y, a ser posible también, con una sonrisa.
Como es preceptivo en este podcast, el contenido estará
fundamentado, primero, en mi humilde experiencia, pero, sobre todo, en la
sabiduría de coaches de gran calibre, como son Jason Koop (entrenador de Katie
Schide, German Grangier o Jiasheng Shen, con podios en UTMB o WSER), Scott
Johnston (que asesora a Tom Evans y Ruth Croft, también con podios en UTMB y
WSER), la entrenadora y ganadora de la copa del mundo WMRA en 2019, Sarah
McCormack, y el triatleta, entrenador y podcaster en “That Triathlon Show”,
Mikael Eriksson.
Hechas las menciones de rigor, sin más dilación, vamos al
turrón.
Escúchalo en iVoox: https://go.ivoox.com/sq/1589660
Escúchalo en Spotify: https://open.spotify.com/show/55BRVcsLuTk23vrznk4Svb
Escúchalo en Apple Podcast: https://podcasts.apple.com/us/podcast/correrporsenderos/id1633871674
Escúchalo en YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCHxjhh-GjnQ3QU_zB2NYTnw
¿POR QUÉ NO TENGO TIEMPO PARA ENTRENAR?
Para contestar esta pregunta, sugiero examinar tres
cuestiones: cómo es ahora mismo tu agenda, cuán realistas son tus objetivos de
la temporada y por qué quieres correr carreras. Una vez revisadas estas
cuestiones, idealmente, deberías poder sacar algo de tiempo extra para entrenar
o, si es el caso, decidir si merece la pena entrenar para esa carrera objetivo
y si no sería mejor, simplemente, ejercitarse. Venga, examinemos las tres
cuestiones de marras.
Revisa tu agenda
Como el 80 o 90% del tiempo, por poner una proporción
aproximada, operamos en modo automático, es muy posible que no seamos
conscientes de en dónde se nos van los minutos y las horas del día. Sería
bueno, durante unos días, registrar qué tareas o actividades realizamos, a lo
largo de las 24h de un día, y cuánto tiempo nos toman. Algunas de las
actividades, como hablar por WhatsApp o mirar Instagram, las hacemos en el
Smartphone, de modo que son más fáciles de registrar: el propio Smartphone nos
dice cuánto hemos gastado en el día en esas aplicaciones. Así, con lápiz, papel
y reloj y con ayuda del Smartphone, podremos descubrir, tal vez, que dedicamos,
cada día, 2h a desplazamientos, 1h a hacer compras, 1h a cocinar, 1h a otras
tareas domésticas, 2h a redes sociales y una más a Netflix. Eso, sumado a las
8h de rigor en el trabajo, arroja un total de 16h ocupadas de las 16 de
vigilia. Salvo que quieras robarle horas al sueño (cosa poco recomendable),
efectivamente, no tienes tiempo para entrenar. No era una queja gratuita: era
verdad que no tenías hueco donde encajar los entrenos.
En este punto, caben dos soluciones: eliminar y empaquetar.
En el ejemplo que he puesto, cabría eliminar la hora en Netflix: es
cuestionable lo que te aporta y, sin ello, puedes irte antes a dormir y
levantarte más temprano, para afrontar un día que ahora cuenta con 60 minutejos
extra. Respecto a empaquetar, cabe hacer una compra grande semanal, en lugar de
varias pequeñas, para lo que tendrás, eso sí, que planificar las comidas de la
semana. Puedes dedicar un rato el finde a pensar qué comerás la semana
siguiente. Es tiempo, pero muchísimo menor al que pierdes haciendo muchas
compras pequeñas. Cabe también hacer lo que se denomina "batch
cooking", que es destinar la tarde del sábado o domingo a cocinar para la
semana y guardar las raciones en nevera y congelador, para luego ir sacándolo y
consumiéndolo durante la semana. Con eso te quitas la hora diaria que antes destinabas
a cocinar. De estas dos cosas, yo sí hago lo primero, planificar las comidas y
hacer una sola compra grande, pero no batch cooking, porque el rato diario de
cocinar es mi momento de relax en el día y porque, aún destinando un tiempo
diario a cocinar, sigo pudiendo sacar huecos para entrenar. Otra tarea a
empaquetar puede ser e-mail y WhatsApp. Personalmente, tengo notificaciones
apagadas y entro sólo una vez al día para leer y contestar todos los mensajes
del tirón; se ahorra mucho tiempo, porque tienes atención plena en eso, en
lugar de estar multitasking. Quiero decir, no es igual estar haciendo una cosa,
recibir una notificación, leer y contestar un mensaje y regresar a la actividad
inicial. Hay un tiempo necesario de -digamos- “inmersión” en la tarea, una
demora desde que iniciamos la actividad hasta que nos concentramos en ella. Si
empaquetas el tiempo de leer y contestar mensajes, sólo habrá un tiempo de
inmersión.
Revisa tu objetivo
Sí, queda muy bien esa medalla “finisher” colgada en el despacho
y el post de Instagram correspondiente; ya no digamos si la carrera fue una
ultra. Y, si además es “by UTMB”, pues ya es la repera. Pero, sobra decirlo,
grandes resultados requieren grandes sacrificios. En concreto, si queremos
completar una carrera de montaña con buen rendimiento relativo, es decir,
acorde a nuestras capacidades, conviene hacer lo siguiente, en términos de
volumen y frecuencia semanales.
Y aquí me baso en los y las citadas coaches: Jason Koop,
Scott Johnston, Sarah McCormack. Para una media maratón de montaña, pongamos
una 21K con 1000m de desnivel positivo y otros tantos negativos, harían falta
volúmenes semanales de unos 50-60 kilómetros y unos 1500-2000m+, que podrían
corresponder a 6-7 horas/ semana y entrenando 5-6 días. Para una maratón o una
ultra, ya nos vamos a 90-100 kilómetros, 4000+, 8-10-12 horas/ semana y
entrenando 6 días. Como ves, grosso modo, la semana pico de entrenos debe sumar
2 o 2.5 veces la distancia de la carrera objetivo y 1 o 1.5 veces el desnivel
de la carrera objetivo. Al menos, en distancia maratón y hacia abajo. En
ultras, sobre todo las más largas, nos iríamos a 1 o 0.75 veces distancia y
desnivel objetivos. Dicho esto, hago un par de puntualizaciones: (1) estos
umbrales no son al tuntún, los establecen coaches con dilatada experiencia y
que han llevado y llevan a atletas de todos los niveles, Koop, Johnston,
McCormack, y (2) son umbrales que alcanzar, si quieres completar la carrera con
solvencia, esto es, con certeza de que la vas a acabar y con seguridad de que
no vas a ir al límite e incluso la vas a disfrutar.
Por otro lado, si te parecen umbrales muy altos, cabe mirar
lo que se hace en asfalto. En las obras clásicas del running de asfalto,
“Faster road running” de Pfizinger y “Running formula” de Daniels, proponen
volúmenes bastante desorbitados. Para preparar los 21K de asfalto, Pfizinger
propone un plan con semanas de 50-75 kilómetros y otro, avanzado, con semanas
de 75-100 (100 kilómetros para preparar 21!). Para preparar los 42K de asfalto,
Daniels propone un plan con semanas que oscilan entre los 80 y los 110
kilómetros y otro, avanzado, entre 90 y 140. O sea, en el asfalto la relación
volumen semanal/ distancia objetivo es aproximadamente 3:1, en una semana pico,
haces 3 veces la distancia que harás en carrera. Por otro lado, Pfizinger
propone entrenar cinco días/ semana y Daniels, siete días/ semana.
En fin, estos son valores -vamos a decir- “gold standard”,
son los números ideales. Como veremos en el apartado siguiente, se puede
compensar la falta de tiempo con sesiones de entrenamiento más eficientes.
Quiero decir, si no puedes entrenar seis días/ semana ni sumar 6-7-8 horas/
semana, no tienes que renunciar directamente a esa maratón por montaña de
junio. Pero, (1) quizás sí es sensato renunciar a una ultra, suponiendo que ése
era tu objetivo, y (2) tal vez sea interesante considerar distancias medias,
como 21K con 1000+ o 19K con 1300 (y cito estos números, precisamente, porque
son carreras que yo suelo incluir en mi temporada y que logro preparar con volúmenes
semanales de 4-5 horas y 40-50 kilómetros con unos 2000m+; luego daré más
detalles al respecto).
Revisa tu motivación
El tema del episodio es “no tengo tiempo para entrenar”. Es
posible que sea algo 100% cierto. Como vimos en el ejemplo anterior, con
trabajo y tareas domésticas y algo de ocio, no es difícil que se ocupen las 16h
de vigilia del día. Pero cabe otra posibilidad, que voy a intentar reflejar.
Pongamos que se te abre un hueco de hora y media para entrenar, pero te dices
“entre que me visto, cojo el coche hasta el monte donde entreno, hago el
entreno, vuelvo y me ducho, me salen 40’ nada más de entreno efectivo; buah,
para eso no salgo”. Pongamos que se te abre un hueco de 45’ para entrenar y te
dices “está claro que con 45’ no me da tiempo a ir al monte, pero podría hacer
un entreno por ciudad, de cuestas o escaleras… jo, pero es que estoy hasta el
gorro de la misma cuesta de siempre y, además, parece que está chispeando y el
suelo resbala y, además, mira, mientras pensaba si salir o no han pasado 10’ y
ya no me renta salir… ”
Si esto, o algo por el estilo, te ocurre asiduamente, tal
vez debas replantearte por qué te apuntaste a esa carrera. ¿Te gusta correr o
solamente te gusta cruzar metas y el subidón consiguiente que supone y el
reconocimiento social consiguiente que supone? Humildemente, yo diría que, si
te gusta correr, te gusta correr; el día de carrera y cruzar meta son sólo la
guinda del pastel. Por descontado, hay días en que no apetece salir, pero, si
te fuerzas un poco, en el momento en que estás corriendo y has entrado en
calor, la pereza se te olvida. Yo diría que, si te gusta correr, quitando ese
poco de pereza que da de vez en cuando, disfrutas cualquier actividad que
implique correr. Habrá a quienes les gusten las series más y menos, y lo mismo
con los tempo runs, los bloques de umbral, las tiradas largas y los sprints en
rampa. Y, claro está, nos gustan más todos estos tipos de entrenos cuando son
en el medio específico, en la montaña, y no el reino del hormigón, que es la ciudad.
Pero, insisto, correr es correr, sea en una forma u otra. Si no te motiva nada
un fartlek en asfalto, unas series en cuesta, un rodaje fácil por el paseo
marítimo, un poco de sube-y-baja por un parque del anillo verde de la ciudad o
un trail run por el modesto montecito que tienes a 20’ de casa, yo me
cuestionaría si de veras te gusta correr. En caso de que no disfrutes el correr
y sólo te guste saborear esos momentos de cruzar meta y hacerte la foto con la
medalla en el photo-call, para subir al Insta (que son deliciosos, claro!),
pues esto explicaría por qué no logras sacar tiempo para entrenar.
¿CÓMO HACER QUE EL ENTRENAMIENTO SEA MÁS EFICIENTE?
Si, tras el apartado anterior, tienes claro que sigues
adelante con la preparación de esa media maratón, maratón o ultra-maratón de
montaña, que tienes entre ceja y ceja, el presente apartado pretende aportar
ideas para que los entrenos cundan más. Se trata de que, cada minuto de entreno
invertido, rente al máximo. Bueno, ésa es la intención. Enseguida vamos a
examinar ocho consejos y trucos: planifica la semana de entrenos, simplifica la
semana de entrenos, simplifica las sesiones de entreno, prioriza intensidad,
entrena cerca de casa, entrena en casa, busca un gimnasio en un punto
estratégico, integra el ejercicio físico en tu vida. Venga, vamos al lío.
Planifica la semana de entrenos
Si escribes el plan semanal, o micro-ciclo, es más probable
que lo cumplas. Es más probable que hagas esos cuatro, cinco, seis entrenos,
porque no tienes que pensar qué toca, antes de salir. Sólo tienes que ejecutar.
Igual que con la planificación de comidas o el batch cooking, sería bueno
dedicar un rato, el fin de semana, a diseñar el micro-ciclo. Como decía, lo que
está escrito es más fácil de cumplir, porque, si te enredas pensando qué me
apetece o no hacer hoy, es fácil que se te vaya el santo al cielo y, al final,
no hagas nada. Por otro lado, tenerlo escrito, y más, si lo tienes pegado en la
puerta de la nevera o junto al espejo del baño, de alguna manera te compromete:
lo escrito es ley.
Simplifica la semana de entrenos
Respecto al contenido de ese micro-ciclo, en un mundo ideal,
iría cambiando, siguiendo los principios de sobrecarga progresiva y
periodización. Es decir, habría que ir subiendo kilometraje y desnivel o
intensidad de semana en semana y hacer semana de descarga cada equis semanas;
por ejemplo, en la ratio 3:1, sobrecarga progresiva por tres semanas y rebajar
en la cuarta. Idealmente también, dedicaríamos 6-8 semanas a la capacidad X,
luego 6-8 semanas a la capacidad Y, y así sucesivamente. En carrera por
montaña, que (según un modelo de 5 zonas) vas a correr en Z2, si es larga
distancia, y Z3, si es media, pues, seguramente, comenzaríamos con un bloque de
alta intensidad, para aumentar vo2max, y luego vendría un bloque específico,
donde trabajaríamos la intensidad de carrera.
Lo anterior sería lo perfecto, pero siendo realistas y
prácticos, cabe tirar de los esquemas “tipo” que proponen Koop, Johnston,
McCormack y compañía. Hay evidencia de que periodizar, es decir, ir variando
los estímulos de semana en semana, es lo óptimo para generar adaptaciones. Y,
seguramente, mantener el mismo esquema semana sí, semana también, sea menos
potente. Pero vamos a ver un par de micro-ciclos estándar, según estos coaches.
Además, si eres un poco friki, guiándote por sensaciones y sentido común (o
incluso apoyándote en algunas métricas que te da el Sportwatch, como nivel de
forma/ fatiga), puedes ir variando un poco volumen e intensidad para enriquecer
aún más estos esquemas básicos.
Esquema de cinco entrenos/ semana. Lunes, descanso. Martes,
rodaje seguido de intervalos. Miércoles, rodaje. Jueves, rodaje con bloques de
umbral intercalados. Viernes, descanso. Sábado, rodaje con bloques de fartlek.
Domingo, tirada larga.
Esquema de seis entrenos/ semana. Igual que el anterior,
pero con actividad también el viernes. Lunes, descanso. Martes, rodaje seguido
de intervalos. Miércoles, rodaje. Jueves, rodaje con bloques de umbral.
Viernes, rodaje. Sábado, rodaje con bloques de fartlek. Domingo, tirada larga.
¿Qué significan estos workouts? Para empezar, hay que
aclarar que la mayoría de coaches se basan en un modelo de 5+2 zonas de
intensidad. Cada quien le pone un nombre a esas intensidades, pero, en el
fondo, creo que hablan de lo mismo. Y ese modelo de 5+2 zonas, tengo la
sensación, viene a ser el de Andrew Coggan y el que usa la plataforma
TrainingPeaks. Z1 es fácil, es rodaje, paseo; podrías mantener esa intensidad
de forma virtualmente infinita. Z2 es endurance, es ritmo maratón de asfalto,
que podrías mantener 3h aproximadamente. Es la intensidad que llevas en la
tirada larga del domingo. Z3 es tempo o sweetspot, es ritmo media maratón de asfalto,
que podrías mantener en torno a 1h. Z4 es umbral, es, más o menos, la
intensidad que llevas en un 10K de asfalto, que podrías mantener unos 20’. Z5
es tu potencia o velocidad aeróbica máxima, tu ritmo 1500, una intensidad que
puedes mantener durante 5’. Es la intensidad con la que haces los intervalos y
los bloques fuertes del fartlek. Por otro lado, estarían la Z6 y Z7: sprint y
potencia neuromuscular, respectivamente.
Entonces, cuando toca rodaje, ponemos la aguja en Z1: fácil.
Cuando toca tirada larga, nos ponemos en intensidad endurance: Z2. Cuando toca
umbral, hacemos rodaje de unos 20’ y, luego, metemos bloques en Z4 de 10-15 o
hasta 20’, intercalados con descansos. Cuando tocan intervalos, hacemos unos
20’ de rodaje y, luego, metemos 5x3’ o 4x4’ en Z5 y descansando los mismos
minutos al trote. Cuando toca fartlek, tras el rodaje de rigor, hacemos, por
ejemplo, dos bloques de 8’ de 1:1 (1’ en Z5, 1’ en Z2), con descanso de 3-4’
entre bloques.
En el trail running lo tenemos fácil para implementar este
tipo de sesiones, pues no hace falta volverse muy loco con los ritmos o la
frecuencia cardíaca, para saber cuándo estamos en Z1, 4 o 5. Si dispones de una
cuesta larga y tendida y otra más corta y algo más empinada, ya tienes el kit
completo de herramientas. Vas trotando hasta la cuesta (y así has hecho 20’ en
Z1) y, una vez allí, si es larga, la subirás en Z4 por unos 10-15’ y repetirás
dos veces; si es corta, la subirás a tope en Z5 por unos 3-4’, bajarás suave y repetirás
cuatro-cinco veces. Ya tienes tu sesión de umbral y tu sesión de vo2max,
respectivamente.
Simplifica las sesiones de entreno
Sabemos, por estudios científicos, que estirar “antes”
perjudica el correr y estirar “después” no reduce agujetas ni previene
lesiones. Sabemos, por estudios también, que la famosa “vuelta a la calma” o
“cool-down” tampoco previene lesiones; simplemente, añade algo de volumen.
Por tanto, una manera simple de simplificar los entrenos
(valga la redundancia) es eliminar estiramientos y vuelta a la calma. Calienta
un poco, haz la sesión que toca y listo: pa’ la ducha.
Mete más intensidad a los entrenos
Una de las preguntas del millón de dólares, en deporte de
resistencia, sobre todo para la gente que se dedica al Ironman, al ciclismo de
ultra-distancia o las ultra-maratones de montaña, es si, a falta de volumen,
podemos lograr lo mismo con intensidad. Las matemáticas dicen que sí: 20’ en
Z4, a 170 pulsaciones, podrían asimilarse a 40’ en Z2 y a 135 pulsaciones. Haz
la cuenta: 20’ x intensidad 4 da 80, 40’ x intensidad 2 da 80 (sé que suena a
cuenta de la vieja, pero esa lógica de multiplicar minutos por intensidad es la
que siguen los TSS, TRIMPS y cía.). Es más, en un estudio de 2022 con cross-country
skiers, se les aumentó la carga en la misma cantidad, según TRIMPS, durante ocho
semanas, pero se hizo, bien por la vía del volumen (más sesiones en Z2), bien
por la de la intensidad (más sesiones en zonas 4 y 5); y se vio que ambos
grupos mejoraban su tiempo en time trial. O sea, sí: intensidad sustituye
volumen.
La realidad, no obstante, es algo más compleja. Lo es, entre
otras cosas, porque no te recuperas igual de una sesión en Z2 que de una en Z3
y, no digamos, de una en o por encima del segundo umbral. Es decir, entrenar en
Z3 (también llamada “zona gris”, por no ser suave, pero tampoco fuerte) un día
y otro y otro, seguidos, quizás no sea sostenible en el medio plazo. Meter
muchas sesiones de alta intensidad, tampoco. Un estudio de 2007 con runners con
más o menos nivel de entrenamiento vio que, si bien tras una sesión de 2h en Z2,
los valores de HRV (un indicador del equilibrio simpático-parasimpático)
regresaban a línea base en cosa de minutos, tras una sesión en o por encima de umbral,
regresar a niveles basales tomaba media hora y hasta hora y media, entre
quienes tenían menor nivel de entrenamiento.
Ahora bien, si sólo
dispones de cuatro días/ semana y un total de 5 horas/ semana, yo si diría (y
aquí abrimos unas comillas bien grandes) que Z3 podría sustituir todo el
trabajo en Z1 y Z2. O, dicho de otro modo, hacer unos pocos tempo runs nos
ahorraría tener que hacer muchos easy runs y muchos endurance runs. Es más, me
atrevería a decir que, con una dosis adecuada de zonas 4 y 5, la intensidad
puede ser un (comillas otra vez) sustituto del volumen, razonablemente bueno. Vaya,
que, si sólo puedes correr cuatro días por semana, tres de esos días van a
contener algo de intensidad, sean más o menos bloques, más o menos largos. La
famosa distribución 80/20 vale para élites que entrenan 15h/ semana, si
hablamos de running, o 25h/ semana, en ciclismo. (Y, aquí, que no se me enfade
Íñigo San Millán, fisiólogo, entrenador del 2x ganador del Tour, Tadej Pogaçar,
y, ahora, técnico en el Athletic Club de Bilbao, y máximo exponente del
entrenamiento en Z2, porque la masa mitocondrial, que resulta del trabajo
extensivo en esa zona, es la que luego es capaz de lavar el lactato y sostener
así nuestro motor glucolítico o turbo; lo sé, lo sé, pero vamos a obviar esto
de momento… )
Veámos el enfoque
“intensidad vs volumen” en números concretos. Supongamos que sólo puedes
entrenar martes y jueves y el fin de semana. Y que, con suerte, ese martes y
ese jueves sacas 1h cada uno, que el sábado sacas otra hora y que el domingo,
ahora sí, cuentas con dos. Un enfoque podría ser tempo run (Z3) martes, jueves
y sábado; tirada larga en Z2, el domingo. Otro enfoque sería que, alguno de
esos tres días, hagas sesiones de intensidad, de tipo rodaje más bloques en Z4
o de tipo rodaje más intervalos en Z5. Ejemplos. Rodar 20’, hacer subida en Z4
de 10’, bajar al trote, repetir subida de 10’ en Z4, bajar al trote y regresar
al coche. Todo eso suma 1h. Podrías hacerlo martes, jueves y/o sábado. Mira
este otro workout: rodar 20’ hasta una cuesta corta, subirla a tope en Z5 por
4’, bajar, hacer 5 repes, regresar. Eso, tb, suma 1h.
Te cuento mi experiencia
con este enfoque. Antes, hago un disclaimer. Conozco la regla N=1. Es decir, sé
que, digan lo que digan los estudios y digan lo que digan los libros de
Daniels, Pfizinger o Koop, cada persona es individual. O sea, lo que vale para
mí, tal vez no valga para ti y viceversa. Dicho lo cual, en mi experiencia, un
enfoque de bajo volumen en horas y kilometraje, pero alta intensidad y
frecuencia, funciona para preparar medias maratones de montaña y acabarlas bien.
“Bien” significa (1) con el cuerpo de una pieza y (2) con tiempos totales de
entre 2h y 2h30 y ritmos de 6’/km y 7’/km, según si son pruebas poco o muy
técnicas. (Con “poco técnica”, me refiero a 21K y 1000+ y bastante corrible,
salvo secciones ratoneras de roca caliza; con “muy técnica”, me refiero a 19K y
1300+, en alta montaña, con secciones equipadas con cuerdas y una sección de
bloques, donde hay que trepar-destrepar.) Vale, no son ritmos de vértigo, pero
no están mal en el ranking popular. Y, lo más importante, son resultados
logrados con volúmenes/ semana de unos 35-45K, 1500 a 2000m+ y unas 4h en total.
Vamos, un enfoque de bajísimo volumen, según lo que proponen los libros o lo
que ves en élites. Gente como Antonio Martínez o Sara Alonso, que corren
distancias entre media maratón y maratón de montaña, hacen volúmenes semanales
del doble: 100K, 4000m+, 8-10h. Para que este enfoque “low volume” mío
funcione, claro está, hay que sustituir volumen por intensidad. ¿Cómo? Basando
el entrenamiento en workouts, como los descritos antes: salidas cortas, pero
con muchos bloques de 10' a umbral o intervalos Z5, ambos, cuesta arriba. (Hago
otro disclaimer: aparte del consabido N=1, no confío en que este sistema sirva
para maratón; y, para ultra, ni hablar.)
Entrena cerca de casa
Esto es un punto básico: no gastar tiempo en desplazamientos,
para ocupar el hueco que hemos sacado para entrenar, 100% en el entrenamiento
en sí. Este punto implica (1) que mucho entreno será en ciudad, en las cuestas,
rampas y escaleras que tengas a mano, (2) que mucho entreno será en el monte
más accesible que tengas, por muy modesto que sea y trillado lo tengas (a este
respecto, no sé en cuántos segmentos del monte Tolío soy “Local Legend” de
Strava, porque lo tengo más machacado que Kilian al acabar su proyecto
“Rediscovering Pyrenees”) y (3) otra implicación es que, si no puedes acceder a
cuestas o montes fácilmente, en cosa de minutos, vas a tener que ser súper
creativo en tu entrenamiento…
Entrena en casa
Una manera de ahorrar el tiempo de desplazamiento es no
desplazarte: o séase, entrenar en casa. ¿Cómo? Con comba o rodillo, para
trabajar cardio, y con una barra y unos discos, para trabajar fuerza. Por el
episodio 73, ya sabes punto por punto por qué y cómo entrenar la fuerza en
casa. (Breve recordatorio: los ejercicios son peso muerto y sentadilla búlgara,
vas a cargar mucho peso y a hacer pocas repes, las harás a máxima velocidad de
ejecución, dejando repes en reserva y dejando descansos de 3' entre series.)
Busca un gimnasio en un punto estratégico
En un gimnasio también puedes hacer cardio, en cinta o en
elíptica, y, por supuesto, puedes hacer fuerza, con pesos libres y en máquina.
La cosa es buscar uno justo al lado de casa, justo al lado del trabajo o justo
al lado de donde los peques hacen extraescolares. Puedes ejercitarte justo
antes de entrar a currar o mientras los peques hacen extraescolares, porque el
gimnasio dispone de duchas y vestuarios.
Integra el ejercicio en tu vida
Si en tu trabajo dispones de ducha y taquilla, yo consideraría ir a currar y volver del curro corriendo fácil en Z1. Quizás son sólo 20' ida, 20' de vuelta. Pero eso suma 3h a lo largo de una semana. Si disponías de sólo 5h/ semana para entrenar, con esto estás añadiendo un 60% de tiempo de entrenamiento. No está mal. Si no dispones de ducha y taquilla en el curro, tal vez sí puedas, al menos, ir caminando a buen paso, lo que en inglés denominan "brisk walking". Si tienes peques y logras que enganchen con la naturaleza, un trekking el domingo en familia o una ruta en paddle surf o en piraguas, quizás pueda valer como tirada larga (con muchas comillas aquí también).
CONCLUSIÓN
Es habitual que dispongamos de poco o de nada de tiempo para
entrenar. Si disponemos de cero minutos al día para entrenar y, aún así,
queremos preparar una carrera, entonces necesariamente tendrás que revisar tu
agenda diaria para ver qué actividad rutinaria es prescindible. Aquí dimos una
pista: Netflix y redes sociales. Si dispones de poco tiempo, por ejemplo,
cuatro huecos/ semana, que suman 4-5h en total, entonces convendría hacer tres
cosas. Primero, meter más intensidad en los entrenos. Puede ser a través de
sesiones más frecuentes con bloques en Z4 o intervalos en Z5 o, en general,
priorizando Z3 frente a Z1 y Z2. Una sesión “tipo” puede ser: rodar 20’ hasta
la base de un cerro, subirlo en Z4 por 10’, bajar, subirlo otra vez en Z4 por
10’, bajar; regresar rodando al coche. Una hora. Punto pelota. Segundo, dedicar
el máximo tiempo al entreno en sí, reduciendo al máximo el tiempo de
desplazamiento y eliminando por completo el cool-down y los estiramientos. Y,
tercer punto a considerar, esto vale para preparar media maratón de montaña del
tipo 21K con 1000+, no más. Cualquier coach, y no hace falta que sean Koop,
Johnston o McCormack, te va a decir que, para una maratón (y no digamos
ultra-maratón) de montaña, necesitas 8-10h/ semana y el volumen y la frecuencia
correspondientes. (Si sigues el sistema que he esbozado aquí, lo pretendes
aplicar a una ultra, te rompes por todos lados corriéndola y quedas
convaleciente y de baja laboral por dos meses, no digas que no te advertí -que
conste en acta-.)
Ahora en serio, corresendas, espero que hayas disfrutado y
aprendido del episodio a partes iguales, tal como yo hice preparándolo. Si fue
así, apoyas este podcast, que no me da un céntimo y sí me cuesta tiempo,
esfuerzo y el pago del hosting, haciendo alguna de estas cosas. Suscríbete en
la plataforma que uses, deja unas estrellitas en Apple Podcast o Spotify, deja
un comentario en Spotify o iVoox, comparte con cuanta más tribu corresendas,
mejor, y sígueme en Instagram, en la cuenta correr por senderos (todo junto),
donde publico píldoras sobre trail running y running a diario en Stories.
Nos encontramos aquí en unos días, si no antes por el monte.
Hala, a pisar sendas (y a meter un par de buenas subidas a intensidad umbral!)
Comentarios
Publicar un comentario